Miguel, un joven de apenas 20 años de edad, originario de Delicias, municipio enclavado en una las regiones más tranquilas del estado de Chihuahua, murió a miles de kilómetros de la tierra que lo vio desarrollarse. Perdió la vida al intentar huir, trabajaba para el crimen organizado. No tuvo opción de elegir, fue reclutado a la fuerza.
Miguel, inquieto como los demás jóvenes, llevaba una vida tranquila que incluía las vagancias comunes, propias de la juventud.
Al no encontrar un trabajo bien remunerado en Delicias y la región, buscó opciones en redes sociales, encontró un anuncio que a simple vista se miraba de empresa seria, la oferta conllevaba un salario alto y excelente horario de trabajo. El empleo era para una mina. El problema es que debía viajar al estado de Michoacán, sin embargo esto no fue impedimento.
Se preparó psicológicamente, hizo sus maletas y emprendió -junto con un amigo- el viaje, con la ilusión de juntar dinero para iniciar su vida independiente, desde luego que estaría de vacaciones en la ciudad de los Vencedores del Desierto, cuando tuviera tiempo libre.
Al llegar a su destino, un lugar alejado de la mancha urbana -característica de pueblos mineros-, estuvo en contactco con varias personas que le hablaron sobre su nuevo empleo, él se entusiasmó, sin saber que era el inicio de su peor pesadilla.
Días después empezó su calvario, no lo dejaban dormir, lo obligaban a consumir drogas y no le daban alimento. Junto con este martirio, inició su instrucción en las armas de fuego -jamás en la vida había tomado un arma- por lo que fue amenazado por los sicarios para que tomara destreza lo más pronto posible.
La comunicación con su familia era intermitente y cada vez que lograba tener contacto, marcaba desde números diferentes, ya que esa era la órden.
Pasaron varios días, hasta que tuvo conocimiento que su amigo había sido asesinado. En ese momento, Miguel pensó que era momento de huir para no terminar como su compañero de viaje -en un ataud-.
Trató de huir pero su humanidad fue atravesada por algunas balas, caminó -con mucha dificultad- algunos kilómetros, iba desarmado. Soldados que recorrían la zona le marcaron el alto y procedieron a llevarlo a una clínica, ahí, emprendió una feroz batalla contra la muerte pero finalmente fue derrotado, cerró sus ojos para no volverlos a abrir
En el país existen muchas historias de jóvenes que son reclutados por el crimen organizado, a través de anuncios que salen en redes sociales.
FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO (FGE) RECOMIENDA VERIFICAR AUTENTICIDAD DE ANUNCIOS EN REDES SOCIALES
El vocero de la Fiscalía General del Estado Zona Centro, Eduardo Esparza informó que cuando se detecten anuncios que oferten empleos en otros municipios o estados del país, es importante verificar la autenticidad de los mismos, buscando información en internet sobre las empresas que están ofreciendo las vacantes.
Los anuncios pueden ofrecer salarios buenos y excelentes prestaciones para llamar la atención, principalmente, de jóvenes por eso se debe hacer la investigación correspondiente.
Cabe hacer mención que existen empresas serias que utilizan las redes sociales para buscar empleados.
Esta recomendación se hace con el fin de evitar que existan más casos como el de Miguel y su amigo, jóvenes delicienses que fueron reclutados a la fuerza por el crimen organizado.
