Tomar café al momento de tener calor puede ayudar a controlarlo, esto dice según la ciencia.
Al tomar una taza de café caliente ocurren dos cosas: la primera es que la temperatura corporal aumenta, provocando la sudoración para expulsar el calor.
La segunda opción, es que nuestro sistema nervioso reacciona a la cafeína, produciendo que las glándulas sudoríparas actúen en consecuencia.
Es por esto que un estudio publicado en National Library of Medicine, indicó que consumir café caliente puede provocar una sensación refrescante mínima en la temperatura interna del cuerpo, produciendo un efecto de refrigeración natural.
Sin embargo, Michael Swaka, experto en fisiología de la Universidad Estatal de Georgia, indica que el café caliente tiene un efecto insignificante en comparación con la exposición al aire fresco y la hidratación adecuada pues los efectos pueden agravar la deshidratación en condiciones de calor extremo, contrarrestando cualquier posible beneficio.
