La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó como un «gran fracaso» el sistema financiero global, pues llegó la deuda mundial en 2022 hasta los 92 billones de dólares.
António Guterres, secretario general de la ONU, expuso lo anterior al indicar que 3 mil 300 millones de personas viven en países donde los gobiernos remiten más recursos en el pago de los intereses de su deuda externa que en educación o en salud.
«La mitad de nuestro mundo se hunde hacia un desastre del desarrollo, alimentado por la aplastante crisis de la deuda», aseguró el secretario general al presentar el informe ‘Un mundo de deudas’.
Del año 2000 al 2022, la deuda pública mundial pasó de 17 billones de dólares a 92 billones, más de cinco veces más.
Añadió que dichas deudas insostenibles se concentrán en países pobres y no las consideran ellos mismos como un riesgo sistémico.
«Es un espejismo, 3 mil 300 millones de personas son más que un riesgo sistémico, son un fracaso sistémico», aseveró Guterres.
Los países en desarrollo acumulan cerca del 30% de la deuda pública mundial, mientras que el 70% corresponde a China, India y Brasil.
El informe de la ONU apuntó que la estructura financiera internacional dificulta el acceso de los países en desarrollo a la financiación, por lo que obtienen resultados inadecuados y de altos precios.