El nombre de Elpidio Mojarro Ramírez ha logrado pasar un tanto desapercibido en el mundo del narcotráfico. Sin embargo, para las autoridades de Estados Unidos (EEUU) se ha convertido en una pieza clave para ir en contra de los líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una de los organizaciones criminales más poderosas de México.
La última aparición de Mojarro -también conocido como El Pilo- ocurrió cuando se presentó en una corte estadounidense para testificar contra Gerardo González Valencia, alias El Flaco, identificado como ex líder de Los Cuinis y cuñado de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.
El Pilo cooperó con EEUU para que El Flaco permanezca el resto de su vida tras las rejas, debido a su desempeño como un operador financiero del “cártel de las cuatro letras” y por su participación en el asesinato de su cuñado, Domingo Mendoza Sandoval. No obstante, será hasta el próximo 21 de julio cuando se conozca la sentencia que recibirá González Valencia.
Pero las autoridades estadounidenses tienen más planes para El Pilo, pues existe la posibilidad de que también sea parte de los testigos con los que buscan ir tras las cabecillas del CJNG, incluido El Mencho, según reportes de Milenio.
Para explicar la incursión de Elpidio Mojarro en las filas del crimen organizado se tiene que mencionar un acontecimiento ocurrido en 2010. El 29 de julio de ese año se reportó la muerte de Ignacio Coronel Villarreal, mejor conocido como “Nacho Coronel”, un lugarteniente del Cártel de Sinaloa en Jalisco.
El fallecimiento de Nacho Coronel se derivó de un operativo en el que se buscaba su detención en el municipio de Zapopan. Tras su deceso, Erick Valencia Salazar, alias El 85, buscó ocupar su puesto, aunque con el paso del tiempo se convertiría en uno de los cofundadores del CJNG.
“Con el fallecimiento de ‘Nacho Coronel’ esta estructura delictiva se fracturó en dos grupos: el pimero denominado ‘Cártel Jalisco Nueva Generación’, liderado inicialmente por Nemesio Oseguera Cervantes con el apoyo de Valencia Salazar, y el segundo denominado “La Resistencia”, encabezado por Elpidio Mojarro Ramírez”, se lee en un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Previo a ello, El Pilo se desempeñaba como contador del Cártel de Milenio, organización vinculada al Cártel de Sinaloa.
Fue así como se inició una disputa entre el CJNG y La Resistencia en los estados de Jalisco y Colima, aunque la organización de El Mencho logró imponerse y asentar su hegemonía. Ante ello, el grupo de El Pilo -el cual también era encabezado por Ramiro Pozos, alias El Molca- buscó aliarse con Los Zetas para controlar el tráfico de drogas en la ruta del Pacífico, principalmente en el puerto de Manzanillo.
En septiembre de 2012 El Pilo sufrió un golpe, pues su hermano menor, Benjamín Mojarro Ramírez, fue detenido en una unidad habitacional ubicada en Tonalá, Jalisco. En ese entonces tenía 46 años y poseía cuatro armas de fuego.
Durante muchos años El Pilo operó en silencio, al grado de no tener fotografías sobre él ni informes sobre sus actividades criminales. Fue hasta inicios de 2021 cuando su nombre volvió a cobrar relevancia mediática. En aquella ocasión autoridades capitalinas decomisaron más de dos toneladas de cocaína entre enero y febrero que presuntamente pertenecían a Mojarro Ramírez, según dio a conocer en su momento el periodista Antonio Nieto.
Debido a su bajo perfil, se desconoce si él mismo se entregó voluntariamente a las autoridades de Estados Unidos o, en cambio, fue detenido. Lo cierto es que se encuentra como testigo coolaborador en el país vecino, pues ya no está bajo la custodia del Buró Federal de Prisiones. Actualmente tiene cerca de 66 años.