El deterioro que sufren los productores de maíz de EU deriva de las propias políticas agrícolas y comerciales de este país, señaló la Sader.
Las restricción a la importación de maíz transgénico impulsada por México no es la principal razón de afectación a los productores estadounidenses, sino que son las propias políticas de Estados Unidos las que favorecen a grandes jugadores y a empresas de semillas modificadas y causan estragos entre los más pequeños, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura (Sader).
En conferencia de prensa, Víctor Suárez, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Sader, enfatizó incluso a la fecha, sin aplicar aún restricciones, los granjeros en Estados Unidos ya padecen afectaciones que no son causadas por las políticas agroalimentarias mexicanas.
«La política de autosuficiencia y el decreto presidencial no afectan de ninguna manera a los productores de maíz de Estados Unidos.
«El deterioro económico que sufren los productores de maíz de Estados Unidos deriva de las propias políticas agrícolas y comerciales de este país y del modelo de desarrollo agroalimentario que distorsiona precios y genera brechas entre los productores familiares», enfatizó Suárez Carrera.
El funcionario acusó que la oposición a los decretos mexicanos anunciados desde 2020 de no usar glifosato y restringir las semillas transgénicas no son en defensa de los granjeros estadounidenses, sino de grupos empresariales que dominan el mercado.
«El emplazamiento de Estados Unidos a México responde a los intereses de los oligopolios de semillas, agroquímicos y otros insumos de procesadores y comercializadores», dijo.