Delicias, Chih. — En lugar de discursos vacíos, Axel Ceniceros ha optado por caminar. En lugar de promesas genéricas, ha preferido escuchar. Y en ese andar por Delicias, Meoqui, Rosales y Julimes, se ha encontrado con algo más poderoso que cualquier discurso: el testimonio vivo de familias que necesitan justicia, no excusas.
Abrazos de apoyo, quejas cargadas de frustración y, sobre todo, una esperanza que aún no se apaga. Eso es lo que ha recibido Axel en su recorrido como candidato a Juez Familiar por Audiencias del Distrito Judicial Abraham González.
“Hay madres que llevan meses esperando una pensión, padres que no saben cómo acercarse a sus hijos, abuelas que cuidan nietos sin respaldo legal… eso no se arregla con papeleo. Se arregla con voluntad, con empatía y con un juzgado que trabaje en serio”, expresó.
La gente no solo ha compartido sus necesidades; también ha encontrado en Axel a un abogado que entiende, a un padre que se preocupa y a un ciudadano que no está detrás de un escritorio, sino frente a su comunidad.
Durante estos días, Axel ha reiterado sus compromisos de campaña: un juzgado de puertas abiertas, procesos más ágiles, uso de tecnología, combate al rezago y, sobre todo, una justicia con rostro humano.
“Ser juez no es un premio. Es una responsabilidad que se asume con los pies en la tierra y el corazón en lo que se hace. Yo no quiero quedarme con lo que dicen los expedientes, quiero partir de lo que me dicen las personas.”
Porque cuando la justicia se vive en carne propia, se convierte en causa, no en campaña.
