Mauro Moreno
En medio de la tranquilidad de la comunidad de Barranco Blanco, en el municipio de Meoqui, una madre de la etnia tarahumara se encontraba en pleno trabajo de parto, lo que despertó la movilización inmediata de agentes de Seguridad Pública, paramédicos de Cruz Roja y un voluntario del grupo Emergencias Regionales, quienes unieron esfuerzos para traer al mundo a una hermosa niña.
La llamada de auxilio llegó hasta la unidad de Seguridad Pública, donde los agentes José Chávez y Margarito Moncayo respondieron al llamado con celeridad y a bordo de su patrulla, trasladaron a la futura madre desde la comunidad hasta el seccional de Lázaro Cárdenas.
En Cárdenas la ambulancia 232 de Cruz Roja esperaba ya con los Paramédicos Gabriel Torres Durán, Karina García Hernández y Pablo Paz Armendáriz, junto al voluntario Alan Alarcón del grupo Emergencias Regionales, ahí la labor de parto culminó y la mujer, ahora con su hija recién nacida en brazos, abordó la unidad de emergencia.
Posteriormente se trasladaron al centro médico en Delicias y la madre y su bebé, estables y resguardadas, llegaron al nosocomio, donde continuarán su recuperación.
Esta historia no solo es un testimonio del milagro de la vida, sino también del compromiso y la humanidad de quienes, con uniformes y voluntades firmes, demuestran que las fronteras del deber no tienen límites cuando se trata de salvar vidas.
