miércoles, diciembre 25, 2024

DESCUBRE LOS HÁBITOS QUE CUIDAN Y DAÑAN TUS DIENTES Y ENCÍAS

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El secreto de unos dientes y encías sanos no tiene mucho de secreto: cepíllate los dientes dos veces al día, usa hilo dental una vez al día y visita regularmente al dentista para hacerte limpiezas.

“No es sexi ni sorprendente, pero es lo que funciona si quieres evitar las caries y las enfermedades de las encías”, dijo Matthew Messina, director clínico y profesor adjunto de la Facultad de Odontología de la Universidad Estatal de Ohio.

Pero los dentistas dicen que hay más cosas que podríamos hacer en nombre de la salud bucodental. He aquí algunos buenos y malos hábitos que sugieren empezar, o dejar.

Mal hábito: usar un cepillo o pasta de dientes que contenga carbón vegetal
Los cepillos y dentífricos con carbón vegetal pueden ser eficaces para blanquear los dientes, pero sus beneficios tienen un costo.

“El carbón vegetal es increíblemente abrasivo”, dijo Messina. “Blanquea los dientes lijando la capa externa del esmalte dental”.

El esmalte es el tejido duro y cristalino que recubre y protege los dientes. Aunque eliminar un poco de esmalte puede tener un efecto blanqueador temporal, con el tiempo, ese esmalte perdido debilitará tus dientes y puede provocar manchas, grietas, caries y otros problemas.

“El cuerpo no fabrica más esmalte dental, así que cualquier cosa que hagamos que lo desgaste es una mala idea”, dijo.

Buen hábito: cepillarse suavemente, con un cepillo blando
Utilizar un cepillo de cerdas duras y cepillarse con fuerza también puede desgastar el esmalte y provocar retracción de las encías y lesiones dentales.

“La gente en general tiende a cepillarse demasiado fuerte, y eso puede dañar los dientes y las encías”, dijo Natalie Peterson, profesora clínica asociada de la Facultad de Odontología de la Universidad de Minnesota. “Si las cerdas de tu cepillo están extendidas o separadas mientras te cepillas, estás presionando demasiado fuerte”.

En lugar de eso, cepíllate ligeramente con un cepillo de cerdas suaves e intenta sujetarlo como si fuera un bolígrafo, “ya que es más difícil ejercer demasiada presión sujetándolo así”, dijo.

Si te resulta difícil acordarte de cepillarte suavemente, Peterson dijo que cambiar a un cepillo eléctrico puede ser útil: “Muchos de ellos te avisarán si ejerces demasiada presión”.

Mal hábito: beber bebidas deportivas, refrescos y café saborizado
Todos hemos oído que el azúcar “pudre los dientes”. Más concretamente, los investigadores han descubierto que los alimentos y bebidas azucarados favorecen los tipos de bacterias bucales que provocan caries y enfermedades de las encías.

Los alimentos y bebidas ácidos también son perjudiciales. “El ácido erosiona el esmalte dental, por lo que con el tiempo puede causar mucha destrucción”, dijo Frank Scannapieco, catedrático de biología oral de la Facultad de Odontología de la Universidad de Búfalo.

Las bebidas deportivas, las energéticas y los refrescos suelen tener un alto contenido en ácido y azúcar, lo que supone un doble golpe para los dientes. “Incluso los refrescos sin azúcar tienen altos niveles de ácido”, dijo Scannapieco. “Si tomas una de estas bebidas al día, no será un gran problema, pero tomarlas durante todo el día aumentará mucho el riesgo de erosión dental”.

Las bebidas de café saborizadas son otra fuente sigilosa pero significativa de ácidos (del café) y azúcar (de los añadidos dulces).

Usar hilo dental una vez al día puede ayudar a mantener sanos los dientes y las encías. Los cepillos interdentales también son una buena opción
“A menudo tenemos pacientes con los que intentamos averiguar de dónde proceden sus caries, y a menudo resulta ser de los cafés saborizados”, dijo Peterson. “Esos macchiatos de caramelo o lo que sea a veces contienen incluso más azúcar que los refrescos”.

Buen hábito: enjuagarse con agua
Enjuagarte la boca con agua inmediatamente después de comer o beber puede ayudar a neutralizar la acidez, eliminar el azúcar residual y limpiar los tipos de bacterias que provocan caries y mal aliento.

“Sobre todo si has comido o bebido algo dulce o ácido, enjuagarte con agua después será beneficioso”, dijo Messina. “Algo tan sencillo puede ayudar a neutralizar cualquier daño”.

Buen hábito: posponer el cepillado después de comer
Cepillar el esmalte que se ha reblandecido temporalmente por los ácidos y los azúcares puede desgastarlo, explicó Messina.

“Si puedes esperar 30 minutos después de comer o beber antes de cepillarte, es mejor para tus dientes”, dijo.

Durante ese periodo, el esmalte dental se “remineralizará” a medida que el ácido pierde su efecto, explicó. “Pero las bacterias permanecen a menos que las eliminemos con el cepillado y el hilo dental”.

Mal hábito: usar palillos de dientes
“Hurgarse los dientes habitualmente —ya sea con la uña o con palillos de madera— puede provocar lesiones en las encías entre los dientes, abscesos gingivales, dientes sensibles o abrasión de los dientes”, dijo Scannapieco.

Si sientes la necesidad de hurgar, él recomienda limpiar entre los dientes con cepillos interdentales. Son seguros y eficaces, quizá incluso más que el hilo dental, dijo. Algunas de sus investigaciones también han descubierto que estos cepillos causan menos irritación de las encías que el hilo dental.

Mal hábito: utilizar los dientes como herramientas
“Veo gente que ha usado los dientes para morder los pequeños sujetadores plásticos de las etiquetas de precio de la ropa, o para abrir empaques”, dijo Messina.

El esmalte dental es muy fuerte cuando se comprime, como al morder o masticar, dijo, pero no lo es tanto cuando se dobla o flexiona.

“Tirar de una lengüeta de plástico dobla el diente y el esmalte puede romperse o astillarse”, dijo. “Veo este daño en dientes frontales todo el tiempo”.

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