viernes, junio 6, 2025

PREVENIR EL SUICIDIO ES POSIBLE: FACTORES DE RIESGO, SEÑALES DE ALERTA Y EL PAPEL CLAVE DE LA COMUNIDAD

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EnCortoNews

En la región centro-sur del estado de Chihuahua, la prevención del suicidio sigue siendo un reto urgente y complejo.

Héctor Baltierres, especialista en salud mental, subraya que esta problemática es multifactorial y debe abordarse desde diversos frentes, con especial atención a los factores de riesgo, las señales de alerta y la construcción de redes de apoyo eficaces y sostenibles.

Factores de riesgo: más comunes de lo que se piensa

De acuerdo con Baltierres, aunque los factores pueden variar según la edad y las condiciones particulares de cada persona, en la región se ha observado con frecuencia la presencia de consumo de alcohol y drogas, pérdidas recientes de seres queridos, violencia intrafamiliar o de pareja, y diagnósticos de trastornos mentales como depresión, ansiedad, trastorno bipolar y esquizofrenia.

Además, el acoso escolar o laboral (bullying), diagnósticos de enfermedades crónicas como cáncer, VIH, hipertensión o diabetes, también pueden desencadenar procesos de estrés, ansiedad o desesperanza que derivan en pensamientos suicidas.

“Muchas veces las personas viven situaciones que, si no se acompañan adecuadamente, pueden volverse detonantes”, enfatiza el especialista.

Señales de alerta: claves para actuar a tiempo

Baltierres advierte que muchas veces las señales están ahí, pero no sabemos identificarlas. Expresar o hablar de la muerte, buscar información sobre cómo quitarse la vida, despedirse de amigos o familiares, abandonar actividades placenteras, involucrarse en conductas de riesgo, presentar cambios en la alimentación o en el sueño, o incluso una calma repentina después de un periodo largo de malestar, pueden ser señales de alerta.

“Existe una estadística contundente: de 10 personas que atentan contra su vida, 9 dieron señales previas.

Lo que pasa es que muchas veces no estamos capacitados para reconocerlas”, apunta Baltierres, quien destaca la importancia de mantener la comunicación familiar y entre amigos, incluso cuando no se hable directamente de suicidio.

Estigma y desinformación: barreras urgentes por derribar

Otro obstáculo relevante es el estigma que rodea a la salud mental. “Debemos hablar del suicidio sin miedo, desde las escuelas, con maestros, padres, alumnos; también desde la comunidad, los medios de comunicación y las instituciones públicas.

Los medios pueden ser aliados fundamentales si se comprometen con una cobertura responsable y constante”, afirma.

Baltierres también señala que no existen actualmente redes de apoyo comunitarias formales en la región centro-sur ni en el resto del estado de Chihuahua, y las que surgen tienden a desaparecer al poco tiempo por falta de seguimiento, profesionalización y apoyo institucional.

El papel de la familia y la comunidad

La prevención no es un trabajo exclusivo del profesional de la salud mental; debe incluir a la familia, los amigos, la escuela, el entorno laboral y los servicios médicos. “A veces la familia acompaña al paciente a las consultas, o bien busca asesoría por su cuenta para poder brindar un mejor apoyo.

Este trabajo en equipo puede marcar una gran diferencia”, comenta el especialista.

De acuerdo con su experiencia, muchas familias que han vivido el suicidio de un ser querido, al mirar atrás, reconocen señales que en su momento pasaron desapercibidas: aislamiento, cambios en el comportamiento, consumo creciente de sustancias o incluso la aparente tranquilidad antes del desenlace.

Un mensaje de esperanza: el suicidio se puede prevenir

Baltierres subraya que el suicidio no es una decisión impulsiva y definitiva, sino el resultado de procesos internos que pueden ser tratados y revertidos. “Muchas personas que hoy viven bien, que han superado estos pensamientos o intentos, lo han hecho gracias a un tratamiento adecuado, tanto psicológico como farmacológico.

Los pensamientos suicidas no son permanentes, y sí es posible superarlos”.

El especialista insiste en que lo más importante es buscar ayuda profesional a tiempo, confiar en que el tratamiento puede mejorar el estado emocional y contar con el apoyo del entorno. “No hay que ver el suicidio como la única salida. Se puede prevenir, incluso en casos donde ya ha habido intentos”, concluye.

Si tú o alguien que conoces está atravesando una crisis emocional o pensamientos suicidas, busca ayuda profesional. No estás solo. La atención oportuna puede salvar una vida.

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