Indianapolis, Estados Unidos.- La situación que envolvió al ex quarterback de la NFL, Mark Sánchez, cambió radicalmente.
Sánchez, quien fue apuñalado y hospitalizado en Indianápolis, donde se encontraba para formar parte de la transmisión del juego de la Semana 5 entre los Colts y los Raiders, ahora enfrenta un cargo por delito grave de agresión que involucran lesiones corporales graves.
Mark fue arrestado en el hospital e inicialmente se le habían adjudicado tres cargos por delitos menores: Agresión con lesiones, ingreso ilegal a un vehículo de motor e intoxicación pública. Por ello, tuvo que pagar una fianza de 300 dólares, pero la situación dio un giro y deberá comparecer ante el tribunal el martes.
El incidente ocurrió a tempranas horas del sábado y presuntamente Sánchez se habría acercado a un camionero en el muelle de carga de un hotel por el aparcamiento de su tráiler y la discusión subió de tono hasta que el propio Mark se subió al vehículo antes de que el chofer pudiera llamar a las autoridades, lo que derivó en la pelea.
«Las acusaciones involucran a un hombre de 38 años que protagonizó un altercado con un hombre de 69 años que sufrió lesiones importantes y muy graves por una disputa sobre estacionamiento. Es una situación que no debió de haber ocurrido», dijo Ryan Mears, fiscal del condado de Marion en una conferencia de prensa.
Mears aseguró que el caso se pasará a un tribunal de delitos graves y Sánchez podría enfrentar una condena de entre uno a seis años de prisión.
