Dormir bien siempre incide en la salud física y mental porque precisamente durante esa fase de la actividad diaria el organismo no sólo recupera, también asimila de una mejor manera el ejercicio realizado.
Para tener el sueño por demás reparador y de esta manera estar En Forma no basta un colchón y ropa ligeras, también se debe considerar una almohada.
Aunque estos accesorios de cama son opcionales, se debe considerar seriamente su uso porque está comprobado ortopédicamente que ayuda a la postura y a aligerar presión en los órganos y el sistema esquelético.
Y es que las almohadas, que deber ser siempre lo más confortable posible, no son exclusivas para colocarlas debajo de la cabeza o la nuca. Tiene otros usos que son muy funcionales dependiendo la postura que se adopte al dormir.
Las posturas más recomendables para las horas de sueño, sin importar si se toman de día o por la noche, son boca arriba o de lado, pero la primera opción es la mejor, asevera el ortopedista Carlos Suárez Ahedo.
«Dormir boca arriba es también buena opción, sin embargo, todo el peso de las vísceras cae sobre la zona lumbar y entonces puedes despertar con dolor en esa región del cuerpo. Por eso, al dormir en esta posición, lo recomendable es colocar unas almohadas debajo de las rodillas para quitarle tensión a la columna», precisa el especialista.
Para garantizar una correcta posición, se aconseja colocar una almohada debajo de las rodillas, pues muchas personas sufren de lordosis, una curvatura situada en la columna baja, y al no tener este soporte, se agrava el problema.
Para tener buenas noches…
- Las posiciones ideales son boca arriba y de lado. La almohada debe ser cómoda, no muy dura, lo ideal es que se amolde y comprima dando estabilidad
- Si duerme de lado, puede colocar una almohada debajo del cuello y otra entre las piernas para evitar que la cadera caiga y tense los músculos lumbares
- Usa ropa cómoda y ligera, dependiendo de las condiciones climáticas y de tus hábitos.
La higiene de tu almohada - Se debe lavar una vez al mes.
- Su altura debe cubrir el espacio entre la oreja y el hombro.
- No se aconseja que sea muy dura.
- Debes cambiarla cada año.
