Una bochornosa situación marcó el partido de NBA In-Season Tournament entre Golden State Warriors y Minnesota Timberwolves. Se venía calentando en fechas anteriores por el cruce de declaraciones entre Anthony Edwards y Draymond Green, y su primer encuentro de la temporada, pero llegó a un máximo lamentable cuando el partido, que finalmente ganaron los Wolves por 101-104 en la Bahía, no llevaba ni un minuto de juego disputado. Tres expulsados, Klay Thompson y Draymond Green (Warriors), y Jaden McDaniels (Timberwolves), es el balance.
Poco más de un minuto de partido y con 0-0 en el reloj. Ese fue el contexto deportivo del enganchón. En el mismo pelean por la posición Thompson con McDaniels, y al polivalente alero de Minnesota le enfada que Klay agarre. Se mantienen agarrados y su enganchón va a más cuando McDaniels tira de él. Aparecen otras figuras, con Gobert quitando de en medio a Klay. Eso lo ve Draymond Green, perejil de todas las salsas, que agarra por detrás al galo.
Incluso sus propios compañeros le piden que suelte al galo, que termina cayendo. Esa pelea va a menos y termina con tres expulsados (Green, Thompson y McDaniels) con menos de dos minutos de partido. Lo notarían los Warriors, perdiendo por 101-104 en un partido en el que faltó Stephen Curry. Dominaron Karl-Anthony Towns, con 33 puntos, y Edwards, con 20.
No era la primera vez en la que los dos equipos tenían una situación parecida. En su primer partido del año, Edwards ya dejó claro a Green que no le guarda ningún aprecio. “Quiero jugar contra ellos. Draymond solo habla”, contó. “Primero que sea alguien y luego que hable”, contestó ‘Dray’. Y en el partido llegaron a chocar, con varias acciones de ‘Ant’.
Deportivamente, su grupo se vuelve loco, porque Minnesota se dispara con dos triunfos, mientras que los Warriors tendrán que pelear con Sacramento (que ganó su primer partido) y Oklahoma (reaccionó a su derrota contra los propios californianos). Puede que no veamos a un equipo ganador clásico en la pelea por la Copa.