Juan Carlos Torres es el máximo coleccionista de artículos de peloteros mexicanos que han jugado en MLB; es dueño de 150 franelas usadas por tricolores y 70 bats.
Juan Carlos Torres recuerda que a principios de la década de los 80, cuando tenía seis años de edad, decidió guardar tres cajas de cereal Corn Flakes de Kellogg’s con la imagen de Fernando Valenzuela en la parte frontal. Al igual que muchos niños de su época, Carlos creció viendo las hazañas del Toro de Etchohuaquila y adentrándose al beisbol de Grandes Ligas
Esos tres pequeños pedazos de cartón que Carlos conserva hasta ahora, fueron el trampolín para una relación de por vida con la memorabilia.

Lo que comenzó con los cereales de Valenzuela y tarjetas de beisbol que compraba para disfrutar del juego, se transformó en la colección más grande de artículos relacionados con peloteros mexicanos en Major League Baseball de la cual se tenga conocimiento.
Gracias a su exitosa carrera como contador público, el señor Torres ha podido gastar decenas de cientos de dólares en piezas únicas, incluida una pelota con la firma de Baldomero Almada, el primer pelotero mexicano en alcanzar la gran carpa en 1933.
Junto al autógrafo de Almada, Carlos ha reunido parte de la historia de nuestro beisbol al concentrar todas las firmas de los jugadores nacidos en México que han alcanzado Grandes Ligas (146), con excepción de César Salazar, el más reciente debut.
Me gustaba mucho el beisbol, lo miraba en televisión y cuando íbamos a las tiendas en Estados Unidos les pedía a mis papás que me compraran tarjetas de beisbol. A los 20 años de edad me di cuenta que yo ya tenía un interés por coleccionar artículos y ahí nació mi intención por juntar pelotas autografiadas por todos los beisbolistas mexicanos que han llegado a MLB. Sólo me falta la de César Salazar, pero tengo la voy a conseguir muy pronto”, contó el sonorense a Excélsior.
Si bien obtener la esférica con la rúbrica de Salazar para cualquiera de nosotros sería como conectar un cuadrangular, no se compara con la labor y paciencia que Torres tuvo para conseguir las pelotas de Melo Almada y la de José Luis Chile Gómez, que son más escasas en el mercado que los perfectos que se han tirado en MLB.
Yo pensé que es imposible tener la pelota de Melo Almada, Chile Gómez, Procopio Herrera, Marcelino Solis. Me tardé como 15 o 20 años la fortuna y el deseo de encontrarla. Fue una larga búsqueda, pero la verdad es satisfactorio lograr ese proyecto. Yo me inicié con una pelota firmada por Vinicio Castilla cuando jugaba en los Yaquis de Ciudad Obregón, de ahí comenzó todo”.
Durante décadas, los aficionados al beisbol han discutido sin cesar sobre quién ha sido el mejor pelotero en la historia de México y aunque para muchos ese honor le corresponde a Fernando Valenzuela, hay varias voces que sitúan otros nombres, sin embargo, todos estarían de acuerdo en que la colección de Carlos Torres es la mejor al reunirlo lo que nadie antes. Además de la extensa lista de pelotas autografiadas, el sonorense es dueño de 150 franelas usadas por tricolores en MLB y 70 bats, cinco de ellos que fueron propiedad de Beto Ávila, el único campeón de bateo nacido en nuestro país.
Creo que los mejores bats que tengo son los de Beto Ávila, aunque no hay forma de saber si bateó con ellos en la temporada de 1954 cuando consiguió el título de bateo, sí están certificados que le pertenecieron. Pudo haber bateado con ellos porque corresponden a esa época, pero no hay forma hasta ahora de autentificar eso”.
Además de los maderos de Ávila, Torres considera que su santo grial es una franela de Paquín Estrada, considerado el mejor catcher mexicano de todos los tiempos y quien sólo disputó un encuentro en Grandes Ligas.
Hace unos cuantos años, nuestro país obtuvo fama internacional en la industria de los recuerdos deportivos debido a un hecho lamentable. Mauricio Ortega, un miembro de la prensa acreditada se robó el jersey que utilizó Tom Brady justo después de ganar su quinto Super Bowl con los Patriotas de Nueva Inglaterra en Houston. Luego de una investigación que abarcó dos países, la prenda, que según algunos expertos valía alrededor de medio millón de dólares, se recuperó cuando Ortega decidió entregarla a cambio de no enfrentar cargos criminales.
Carlos Torres no ha sido ajeno a los robos de sus artículos. Durante febrero de 2020 ingresaron a su domicilio y se llevaron múltiples piezas, es por eso que el sonorense prefiere no revelar el precio en el que está evaluada su exclusiva colección, aunque lo que sí señaló es que las pelotas, jerseys y el resto de los artículos los tiene para disfrutar y no para vender en el futuro.