Ante la muerte de dos migrantes sobre el Río Bravo y frente a la barrera flotante, el gobierno de Texas aseguró que no fueron las boyas que instalaron la causa de muerte de las personas.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, alegó en un comunicado que «la información preliminar» sugiere que al menos uno de los individuos encontrados entre las boyas se ahogó río arriba y «flotó hacia las boyas».
A ello coincidió Andrew Mahaleris, secretario del gobernador de Texas, y señaló que el Gobierno de México «está equivocado». Insistió en que al menos una de las víctimas murió lejos de las boyas.
En tanto, el gobernador Greg Abbott exhortó a las autoridades mexicanas a «hacer su trabajo y asegurar la frontera».
Las autoridades de Texas impusieron sobre el Río Bravo, en la frontera con Piedras Negras, Coahuila, una barrera de boyas flotantes con púas para evitar el paso migrante.
A los pocos días, encontraron dos cadáveres; uno de un joven hondureño de 22 años de edad; el otro aún no logran identificarlo.