Pase lo que pase, con el bronce asegurado, el chihuahuense regresará a casa con una presea histórica.
El pugilista Rogelio Romero amarró su pase a las semifinales del torneo, donde el viernes buscará el boleto a la gran final.
Pase lo que pase, sin embargo, con el bronce asegurado, el chihuahuense regresará a casa con una presea histórica. Después de 16 años, México volverá a ver su bandera ondear en un Campeonato Mundial de Boxeo celebrado en Tashkent, Uzbekistán.
Con el antecedente de Óscar Valdez como el único boxeador mexicano en ganar una medalla en una justa del orbe organizada por la AIBA, cuando ganó el tercer lugar en Chicago 2007, Romero buscará igualar, o incluso superar dicha hazaña.
El peleador, nacido en Ciudad Juárez, consiguió su pase a la antesala de la categoría de los -86 kilogramos tras vencer por decisión unánime al pugilista cubano Vaillant Williams en los cuartos de final.
Antes, en su camino, había derrotado a Parviz Karimov de Tayikistán tras descansar en la primera ronda. El mexicano se medirá este viernes con el ruso Sharabutdin Ataev.
No será una labor fácil, con un rival rankeado entre los mejores del mundo, aún así, Romero sabe de sus posibilidades y buscará su pase a la gran final para pelear por el oro. Rogelio romero ya tiene medalla en el campeonato mundial de boxeo y va por sus segundos JO.
A sus 28 años, Romero es uno de los boxeadores amateurs más experimentados de México. En su palmarés destacan dos medallas de bronce en Juegos Panamericanos.
El oriundo de la ciudad fronteriza quedó en tercer lugar en las ediciones de Toronto 2015 y Lima 2019. En Juegos Centroamericanos, cosechó un bronce en Veracruz 2014 y una plata en Barranquilla 2018.
El mexicano completó el ciclo con su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde cayó en los cuartos de final ante el cubano Arlen López, para culminar en quinto lugar, muy cerca de la zona de medallas.
Romero volvió con fuerza y busca revancha en los Juegos Olímpicos de París 2024; de momento, la presea en el Campeonato Mundial representa un impulso poderoso en el camino.