La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por su sigla en inglés), entre 2017 y el 2022, rastreó 123,741 piezas de armamento que fueron aseguradas en México.
Los resultados de los análisis realizados por la ATF arrojaron que 67.5% (83,560) de las piezas de armamento fueron fabricadas en Estados Unidos (61,140) o importadas legalmente a la Unión Americana (22,420) de otras partes del mundo y terminaron de alguna manera en México.
El otro 32.5% (40,181) de las piezas que fue asegurada provenían, posiblemente, de fabricantes no estadounidenses, aunque la ATF reconoce que no pudo “determinar si estas armas de fuego fabricadas fuera de los EU (extranjeras) se importaron directamente a México, o si las armas de fuego se importaron legalmente a los EU o fueron a otro país y luego llegaron a México por medios legales o ilegales”.
De las armas con registro de rastreo, 63% (77,636) fue catalogada como corta, otro 35% (43,163) larga; el 2% restante pertenece a la categoría de “otros”, en donde se engloban desde artefactos explosivos hasta silenciadores.
Por año, es el 2022 cuando se ha buscado el origen del mayor número de armas con 24,642 casos; le siguieron el 2021 (21,803) y el 2019 (21,071).
Forma de rastreo
De acuerdo con la organización, una vez recuperada el arma de fuego y enviados las claves de identificación de la pieza al Centro Nacional de Rastreo de armas de Estados Unidos, la ATF se comunica con el fabricante o importados para identificar cómo se realizó la venta del armamento.
“La ATF intentará comunicarse con todos los licenciatarios federales de armas de fuego subsiguientes (mayoristas/minoristas) en la cadena de distribución hasta que se identifique a un comprador o el proceso de rastreo no pueda continuar debido a la falta de información precisa o completa en la solicitud de rastreo o en los registros del licenciatario federal de armas de fuego. .
“El éxito del rastreo, ya sea nacional o internacional, depende de la precisión de los identificadores de armas de fuego suministrados. Los identificadores necesarios para un rastreo incluyen fabricante, importador (si corresponde), modelo, calibre y número de serie”, precisa la institución.
A inicios de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó ante cónsules que era urgente detener el flujo de armas a México ya que, la principal demanda mexicana hacia Estados Unidos es que el 70% de los homicidios cometidos en el país son con armas de fuego provenientes de la Unión Americana.
Para este 2023, hasta octubre pasado, 21,254 personas habían sido víctimas de homicidio doloso en México, de las cuales 71% (15,136) fueron ultimadas con un arma de fuego; 18% (3,783) con otros elementos; 8% (1,757) con arma blanca y en 3% (578) de los casos no se logró identificar el artefacto.
Esta tendencia se ha mantenido en los últimos años, por ejemplo, para el 2022, de 26,276 víctimas de asesinato, el 70% (18,257) fueron asesinadas con un arma de fuego.
