El gobierno de Joe Biden ha solicitado el despliegue de 1500 militares en la frontera sur de Estados Unidos con México ante la crisis migrante.
Ante el fin el próximo 11 de mayo del Título 42, conocido como ‘Quédate en México’, política migratoria establecida por Trump durante la pandemia, el gobierno de Joe Biden ha reaccionado con la solicitud de soldados en la frontera.
Tres altos funcionarios citados por AP confirman que la administración de Biden “ha requerido 1500 tropas para la frontera Estados Unidos-México ante un esperado incremento del flujo migrante luego de finalizar las restricciones levantadas durante la pandemia”.
Sostienen que harían trabajo administrativo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para que los agentes de la Patrulla Fronteriza puedan descargar responsabilidades y así trabajar en el campo.
Los militares no harán tareas de ‘law enforcement’ (aplicación de la ley), es decir, no podrían arrestar, procesar y expulsar migrantes.
La pasada semana el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, expuso que aunque termine el Título 42, vuelve el país a la política del Título 8 que establece detener, fincar cargos penales, deportar y hasta vetar por cinco años a los migrantes que ingresen ilegalmente.
Las acciones en la frontera correrían a contrarreloj para prepararse ante un mayor flujo de migrantes.
«Que quede claro, la frontera no se abrirá» el 11 de mayo.
Así lo expresó Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en conferencia para detallar cómo será el sistema migratorio a partir del 11 de mayo.
Mayorkas, quien como titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) también es cabeza de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), recalcó que al terminar el Título 42, vuelve Estados Unidos a la política del Título 8.
La política del Título 8 establece que “aquellos que crucen la frontera de manera ilegal serán sujetos a consecuencias criminales (penales), incluyendo deportación, encausamiento o una prohibición de cinco años a entrar a los EE.UU.”, de acuerdo con el CBP.
“Es una obligación humanitaria” evitar que los migrantes caigan en manos y en engaños de “los traficantes de personas y organizaciones de trata”.
Afirmó que mediante el sistema de asilo busca Estados Unidos que los migrantes realicen su proceso para aplicar formalmente a la solicitud para entrar legalmente a Estados Unidos antes de llegar a las fronteras.
“Este plan busca calificar a cubanos, asiáticos y venezolanos” para una entrada legal. “Hay gran interés en los procesos de ‘paroles’.”
Advirtió que habrá “consecuencias para quienes migren ilegalmente” pues “vamos a procesar a todos los migrantes por el Título 8 de leyes migratorias”
Esto implica “5 años de prohibición para entrar y persecución de cargos penales por ingresar ilegalmente”.
“Los traficantes querrán engañar diciendo que está abierta la frontera. La propaganda de los traficantes es falsa, déjenme dejarlo claro: la frontera no estará abierta después del 11 de mayo”, insistió.
Llamó a usar las vías legales, anunció trabajos “sin precedentes” para combatir a las organizaciones dedicados al tráfico de personas, incluyendo los ‘polleros’ y demás que se dedican a cruzar migrantes ilegalmente.
Celebró que los encuentros de migrantes de la Patrulla Fronteriza bajaron 23% en marzo del 2023 frente a marzo del año anterior.
“Este es un reto del hemisferio que requiere soluciones del hemisferio” y agradeció el trabajo de los países de América.