Todo está listo para que Canelo Álvarez y John Ryder se enfrenten este sábado en el Estadio Akron de Zapopan. Ambos pugilistas ya superaron la báscula y ahora solo es cuestión horas para que Jalisco se convierta en el epicentro del boxeo mundial.
Si hay algo que le hacía falta a Santos Saúl Álvarez Barragán en los Estados Unidos, era el cariño y apoyo de su gente jalisciense, ese que lo motivo a ser el pugilista que hoy en día es.
La Ceremonia de Pesaje sirvió para que Saúl recargara energías previo a su pelea de este sábado en lo que significa su regreso después 12 años de no pelear en sus tierras. Las banderas ondearon, las matracas sonaron y el grito de «¡Canelo!, ¡Canelo!, ¡Canelo!» no cesó en el Teatro Degollado.
El mariachi no podía faltar y antes del pesaje del campeón indiscutido, las canciones «Negrita de mis pesares» y «Guadalajara» sonaron. La cara de Canelo lo decía todo, pocas veces se había mostrado tan feliz en un pesaje. Y es que, ¿cómo no estarlo?, si en las primeras filas se encontraba toda su familia, así como amigos, y en los costados había decenas de niños que no paraban de gritar su nombre.
El ‘Gorila’ fue el primero en subirse a la báscula y marcó exactamente las 168 libras, mientras que por su parte, Saúl peso 167.5 libras.