El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó la situación de desaparecidos en Acapulco, tras el huracán Otis y el número de fallecidos que van 48.
«Es un milagro porque estamos hablando de un huracán categoría 5, y lo mismo pasó en Nueva Orleans», expresó López Obrador, haciendo referencia al devastador huracán Katrina que azotó Nueva Orleans en 2005. Señaló que, a pesar de la intensidad del fenómeno, Acapulco experimentó menos desgracias de las esperadas.
El presidente atribuyó esta aparente «protección» a que los vientos fueron más determinantes que las inundaciones. Dijo que, a pesar de la entrada del huracán por la bahía, una zona densamente poblada con alrededor de un millón de habitantes, las pérdidas humanas no fueron tan numerosas como podrían haber sido.
Informó que el huracán de categoría 5 dejó 48 personas fallecidas y 26 aún desaparecidas.
«Se atribuye que fueron más los vientos que el agua», comentó López Obrador. Esta afirmación sugiere que, a pesar de la fuerza del huracán, los vientos tuvieron un impacto significativo en lugar de las inundaciones que a menudo acompañan a este tipo de fenómenos meteorológicos.
Las autoridades continúan trabajando en la búsqueda y rescate de las personas desaparecidas, y se espera que la visita del presidente a Acapulco el miércoles incluya una evaluación directa de los daños y una respuesta coordinada para la recuperación de la zona afectada.
