Fernando Baeza, La Leyenda, se baja de un bochito color verde y después de saludar con el puño cerrado, el nuevo saludo covid, abre las puertas de su Rancho La Soledad
A su regreso de Costa Rica, después de décadas de ausencia, el zoon politikon se metió -o lo metieron- de nueva cuenta a la política.
Con más de 1.80 metros de estatura y casi 80 años a cuestas, se convirtió otra vez en un activo de la democracia social y opositor radical de la Cuarta Transformación.
Nadie por tierras chihuahuitas ignora que el Presidente Andrés Manuel López Obrador le trae atravesado y que, cada vez que puede, le da una repasada por sí o por interpósitas personas.
El Exgobernador, sin duda alguna, le ganó a Amlo La Batalla del Agua, lo dejó mal parado con sus preguntas sobre las supuestas armas robadas en San Francisco de Conchos y puso su granito de arena en la derrota del candidato de Morena.
A cambio, López Obrador ha dicho en La Mañanera y en eventos públicos, que Fernando ganó en 1986 por fraude, que fue investigado por la PGR y que repartió palos a los productores en la histórica jornada de La Toma de La Boquilla.
-¿Lo trae atravesado el Presidente? se le pregunta en forma directa.
Enfundado en una chamarra de mezclilla azul, con mangas de color beige, no responde directamente.
Se ríe, con los lentes de carey similares a los que usaba desde 1985 (cuando le decían Clark Kent) en que emprendió una campaña por el Sexto Distrito, en aquel entonces con sede en Delicias, como adelanto para el proyecto de la Gubernatura.
En aquel tiempo, las frases de sus discursos eran imitadas por los priístas, con la voz engolada como la del personaje que las pronunciaba. La gente hacía suyas las frases de Baeza.
“Yo le digo a Magaly”, “¡Porque la oposición!”, “Tenemos la razón histórica, la razón jurídica, la razón moral” pregonaba Baeza en su campaña contra Francisco Barrio.
Luego, por las poderosas bocinas colocadas en el escenario de los eventos, en cada rincón del Estado, se escuchaba la estentórea voz de Sergio Villarreal declamar México Creo en Ti.
El que escribe se sorprende cuando el entrevistado confiesa –off the récord- que ahora sostiene una “extraordinaria relación de amistad” con Pancho Barrio.
Son cosas de la política, ¿no?
Ambos protagonizaron aquel episodio de la elección de 1986, conocido como el Verano Caliente, en que Fernando ganó la elección pero Barrio acusó fraude.
Hasta se fue a la ONU.
Las familias chihuahuenses se lanzaban al vacío por uno o por otro. Barrio si-Baeza no, gritaban los panistas y hasta idearon claxonazos de sus vehículos para inundar el Estado con esos mensajes.
Eso fue el ayer.
Pero Fernando El Católico, como le llamaron otros cuando trajo a El Papa Juan Pablo II a la ciudad de Chihuahua, aclara que usa el bochito solo para meterse entre los nogales cuando hace las labores propias de su rancho.
No sale a las ciudades con el pequeño auto porque le dicen que se parece a Pepe Mujica o que quiere simular que está muy jodido.
Pero no es así, porque desde hace mucho tiempo los usa. Ahora tiene el modelo 2003, el último que salió. Ahí está de prueba y testigo Jaime Ríosvelasco Grajeda, Exalcalde de Delicias, que por cierto reapareció con Fernandone en Parral, en un evento de apoyo a Alejandro Domínguez.
Antes de la entrevista invita la comida, de un extraordinario sazón, por cierto, elaborada por dos colaboradoras suyas en la hacienda que tiene un colorido increíble: pollo en agridulce, arroz con plátano, ensalada, puré de papa y de postre unas increíbles empanaditas de nuez.
En ratos, parece estar uno en una finca de Cuba, de Colombia, o tal vez de Costa Rica.
Pero el verdadero postre fue López Obrador.
Por los ventanales de la finca se mira la nogalera del Exgobernador y las filas e hileras de los árboles se pierden a la vista en el horizonte.
En Lázaro Cárdenas, lugar donde se halla ubicado el Rancho La Soledad, dicen que Fernando llega a las ferreterías y compra sacos de cemento que él mismo carga sobre el hombro.
Igualmente, visita los supermercados, perdido entre la gente, como uno más de la comunidad, como si no hubiera sido Gobernador.
Cuando lo era y construía la carretera de cuatro carriles de Chihuahua a Delicias, se le veía caminar a las cinco de la mañana, todavía a oscuras, de Meoqui a su tierra natal, para revisar el avance de la obra.
Por eso El Bombero Arturo Proal le puso como apodo El Gobernador Caminero, por sus dos vertientes de constructor de caminos y andariego oficial.
Después de la comida, nos trasladamos a una oficina, en donde se desahoga la entrevista.
-¿Piensa que el Presidente se cerrará más a medida que avanza el sexenio? –se le inquiere.
-Ojala que no lo dejemos, porque la verdad es que los mexicanos tenemos que ponernos de pie –dice, enfático
“Nos estamos viendo muy sometidos”, subraya.
Baeza Meléndez dice que hay que despertar no al Chihuahua Bronco, sino al Chihuahua responsable.
Sin decirlo expresamente, indica que existe la necesidad de emprender una cruzada contra la demagogia presidencial.
-Veo al gran capital muy temeroso con el gobierno; veo muchos políticos que no quieren alzar la voz porque no les pisen la cola –indica.
Pero sostiene: “Por encima de esos temores, yo creo que tenemos que desterrarlos y alzar la voz”.
Y cita a Tony Melo: “El enemigo del amor no es el odio, es el temor”.
Fernando dice que su visión no es en este momento muy optimista.
“Confío en un estado que ha aportado mucho a este país, que luchó por la Independencia nacional, contra la invasión norteamericana, contra la invasión francesa, el 25 de marzo de 1864, fue histórico en Chihuahua…” manifiesta.
Luego, hace un alto para subrayar que el Salón Principal de Palacio de Gobierno se llama 25 de marzo porque esa fecha representa el triunfo de las fuerzas juaristas sobre el rezago de Maximiliano.
-Y luego la Revolución Mexicana –dice-, Chihuahua es cuna de la Revolución, la caída de Ciudad Juárez, la toma de Torreón y Zacatecas, fueron definitivas para derrotarlos –expresa el entrevistado.
Y afirma que Chihuahua pagó la mayor cuota de sangre de la Revolución y sin embargo “no hemos logrado que un chihuahuense pueda presidir los esfuerzos de la nación, ojalá que en el futuro lo podamos lograr con las nuevas generaciones”.
Así suelta la bola y así se le devuelve.
-¿Podría ser una mujer?
“Yo creo ya estamos hablando en términos de igualdad; pero vamos superando el machismo”, propone.
Al tocar la Batalla del Agua, resulta inevitable hablar de la relación entre López Obrador y Corral
Para Fernando Baeza, la relación nunca fue buena. “No sé ahora”, señala.
“Yo al (Ex) Gobernador Corral le reconozco que aportó mucho para la evolución de la democracia en México y que fue un excelente parlamentario, eso se lo reconozco”, indica.
Luego, el machetazo, al interpretar sus palabras.
-¿Pero no gobernador?
-Bueno, eso es la historia lo que debe calificarlo –expresa.
La Opción de Chihuahua y la columna política La Fuente, publicaron en repetidas ocasiones que Corral había recibido dos millones de dólares como pago del empresario Carlos Slim por aquellas marchas “democráticas” que hizo agarrado del brazo con Manuel Bartlett y que culminaron con el nacimiento de la Televisora Uno Más Uno del empresario dueño de los Sanborns.
De Manuel Bartlett se dice que si Adán Augusto López es candidato a la Presidencia de la República, volvería a ocupar la Secretaría de Gobernación con la encomienda, otra vez, de hacer ganar al sucesor de Amlo a como dé lugar, que para eso está la Guardia Nacional.
Bartlett acaba de ser citado en el libro de Anabel Hernández, Ema y Las Otras Señoras del Narco, como un funcionario que iba a las fiestas de los capos del narco.
Pero Fernando Baeza, hábil como es, buen político, se escurre del tema y empieza a hablar de Maru Campos, el futuro.
«Yo creo que tiene un bono democrático que tiene que cuidar”, expresa.
“Llega con la mayoría, a pesar de los enormes recursos dilapidados por el gobierno para apoyar la candidatura de una persona que (Amlo) la mantiene ahí, contra toda lógica y ética política; la mantiene ahí en su puesto, a pesar de que le dio todas las ventajas para manejar los programas sociales, no levantó, pero ahí lo tiene”.
A Juan Carlos Loera, el Delegado Estatal de los Programas del Bienestar, no solo deben haberle sonado los oídos, sino que deben habérsele reventado los tímpanos.
“Es una forma muy rara de tener la más elemental cortesía de carácter político”, subraya Baeza, para explicar que el Presidente, por cortesía a Maru, no debió regresar a Loera al mismo puesto.
Luego se desplaya:
-Yo creo que al gobierno de Maru tenemos que seguirlo acompañando; ojala que ella se conduzca de la mejor manera y haga el mejor de sus esfuerzos por cumplir las expectativas que sembraron todos los chihuahuenses, entre ellas la mía.
El reconocimiento:
“Es un desafío eh, porque ninguno de nosotros ha encontrado las circunstancias tan adversas que está enfrentando Maru; entonces ella necesita el respaldo decidido y también que ella oiga a las gentes más enteradas de las cosas que ella deba rectificar”.
Fernando habla de que el gobernante debe siempre escuchar al gobernado. “Porque hasta un reloj descompuesto tiene la razón dos veces al día”, dice y se ríe.
-La frase ésa se la robó Mario Tarango a usted.
-Yo se la robé a mi maestro –indica el entrevistado sin abonar la memoria de Tarangone.
El Profe, como le decían sus amigos, y que descanse en paz, fue siempre El Mayordomo Político de Fernando, pero un día, cuando el amo estaba ausente y el sobrino gobernaba, se sintió poderoso e independiente y quiso ir más allá de sus posibilidades.
Trató de mangonear, erigirse en líder –sin serlo- y agandallar la candidatura al Senado; incluso, hay quienes dicen sobre él, ser el artífice del pleito entre Los Baeza y César Duarte.
Fernando Baeza se ha cuidado.
Tuvo sus pleitos, claro: con Don Saúl González Herrera, en 1986, para que se aprobara el decreto de la elección rápido; con Francisco Barrio que le intentó procesar y a quien le dedicó la llamada Marcha de la Dignidad y con Patricio Martínez, el hijo rebelde, que se desligó del grupo y tomó su camino pero que la pagó con un Juicio Político que le carcomió el alma.
Con Duarte ni se diga. Esa historia ya está escrita.
Y a Corral le brindó su asesoría pero –esto es percepción del que escribe- no era bueno para entender los temas y aterrizarlos.
La entrevista se llevó a cabo el jueves pasado. Los días posteriores, hubo oportunidad de pelotear algunos temas con Fernando Baeza antes de ser publicado este trabajo.
No estuvo de acuerdo, al planteársele, que hubiera tenido problemas y dificultades con otros exmandatarios.
En especial negó tajantemente estar de acuerdo con el que escribe sobre algún tipo de conflicto que hubiera existido con Don Saúl González Herrera.
En reiteradas ocasiones pronunció el respeto y la amistad que le unieron al guerrerense.
Incluso, reconoce que González Herrera agrupó una extraordinaria pléyade de hombres inteligentes y con gran talento político como Miguel Etzel Maldonado, Sergio Granados Pineda, Rubén Luna Caldera y Enrique Aguilar, entre otros, que incluso pasaron a formar parte de los activos del Grupo Baeza a la muerte de Don Saúl.
Con Patricio niega haber tenido diferencias y se dice ser amigo del originario del Parque Urueta.
Pero aunque Fernando lo niegue, por presiones de la CTM de Doroteo Zapata, le ofreció ser suplente del líder obrero al Senado y, por supuesto, se negó.
Y ni qué decir de Mario Tarango, su amigo de la infancia, fiel colaborador, quien decía que el Juicio Político contra Patricio había sido planeado para no dejarlo en manos de la Federación porque si esto hubiera ocurrido, quien sabe cuál habría sido el destino de Patricio.
Así que Baeza Meléndez niega esto durante las posteriores conversaciones telefónicas por whats app y quién sabe qué dirá ahora que pueda leer el texto periodístico.
La entrevista cambia de tema.
Fernando Baeza toma aire y la suelta, como va, dicen los chilangos, al preguntársele por el tema de la Revocación de Mandato.
Cuál debe ser el camino: ¿salir a votar en contra o no votar?
-¡Yo no voy a votar! –dice con énfasis. Porque no voy a votar por una farsa
-¿Para no seguir el juego?
-Para no seguir el juego porque él ya lo dijo: si no completo el 40 por ciento, para quedarme, de todos modos me voy.
Fernando reflexiona:
“No lo va a completar; ni se va a ir y si se va a ir es peor, porque nos va a dejar al que él quiera como le hace con los nombramientos”. Expresa.
-O a la que quiera. ¿A quién ve?
-Eso pregúnteselo a él. El adelantó el calendario electoral y él quiere decidir quién va a ser.
Pugna el entrevistado por ejercer el momento ése de la decisión personalísima para decidir y volver al cauce natural de la democracia.
“La democracia no se agota en las urnas. La democracia es de carácter social”, manifiesta.
Luego critica el informe de López Obrador en el Zócalo, que se constituyó en un acto partidista para decir lo mismo que dice todas las mañanas.
Eso no puede ser.
En el tema de la seguridad, evoca los episodios del aguacate en Michoacán, los pueblos tomados por la delincuencia en Zacatecas e incluso en Chihuahua, en donde recientemente le tocó un retén sospechoso por el rumbo de Conchos.
“En Michoacán la Guardia Nacional encerrada en su cuartel y la ciudadanía tirándole piedras para que acuda a abrir las carreteras y que controle la delincuencia organizada que le cobra impuestos”, señala con un gesto de incredulidad.
Sigue con salud: hay 300 mil muertos reconocidos y más de 600 mil en el registro civil por el comparativo.
Fracaso en materia económica con inflación altísima, falta de empleo, la democracia no tiene que ver solo con el voto, sostiene.
Surge la pregunta del año.
¿A dónde vamos?
Dice que López Obrador está destruyendo las instituciones
“¿Qué quiso hacer con el Poder Judicial, con la suprema Corte?” se pregunta, al recordar que Amlo habló bien solo del Presidente de la Corte, pero de los demás Ministros dijo que eran corruptos.
“Que el único que servía era el Presidente de la Corte, como preámbulo de su propia relección pero establecer eso en un transitorio”, dice indignado Fernando Baeza Meléndez.
Las instancias infantiles dijo que las iba a proteger; dijo que el Ejército iba a volver a los cuarteles y los sacó.
A medida del tiempo el país se va a ir deteriorando más y más.
Porque la delincuencia organizada no la está combatiendo, reitera.
Luego, Fernando comparte que iba a interponer una demanda contra López Obrador por el mañanerazo aquél antes de las elecciones de junio en el tema de La Batalla del Agua.
“Quise establecer una demanda contra el Presidente pero no lo hice porque me acordé cuando hice el cuerpo, al contemplar el fundamento jurídico, amoldé toda la denuncia de hechos, pero me di cuenta, porque estoy alejado de esas funciones, que esos delitos ya no existen, que es la vía civil la que procede, que no es la vía penal”, comenta.
Y explica:
“Pero fíjese, inclusive tuve la intención de acusarlo penalmente por las calumnias, las injurias y las amenazas a que estamos sujetos quienes no compartimos sus puntos de vista”, indica.
-¿Y la vía civil la descartó?
-La descarté; es muy larga, y no me interesa a mi pedir la reparación del daño, no me interesa el dinero.
Luego sostiene:
Además la amenaza está pendiente; le quiero decir con absoluta claridad de lo que digo: no le temo al Señor Presidente; no le temo absolutamente, porque no tendrá ninguna razón para proceder contra mi penalmente, y si lo hace, lo hace, será en forma injusta.
Al hablar de las supuestas armas que robaron productores de la región centro sur y que supuestamente aparecieron en Jalisco, se rebela.
Indica que el Comandante de Resguardo las recibió inventariadas.
Luego, aquella foto donde aparece El Trompas, Carlos Cuevas, en un evento de una nueva tratadora de aguas en Delicias, organizado por el gobierno de Corral y cuya presencia del narcotraficante se atribuye a su relación con el Alcalde Jesús Valenciano, apareció en La Mañanera.
“Asociarnos con él por eso, por el amor de dios”, dice Fernando Baeza.
Y declara:
La saña del Presidente sigue, porque lo menciona, lo ha mencionado y ahora pretende una modificación en el uso del agua, acusándonos del monopolio. A quien le corresponde el uso correcto del agua –se pregunta y se contesta-, al gobierno, no a los productores, al que ha incurrido en falta que se le sancione; ellos son los que tienen el cumplimiento de la ley.
Dice desconocer la mención que hicieron en Palacio de Gobierno en el evento presidencial por su relación con Oscar Flores y la Guerra Sucia.
“Fue muy efímera, fue muy corta la estancia del Señor Presidente en el estado de Chihuahua”, señala.
-No tengo información que haya traído algo para el estado –manifiesta.
Al final, resume:
La consecuencia de la batalla del agua fue que pudimos rescatar una pequeña parte del agua, la tercera parte. Como origen, la crisis de la producción de nogal. Luego la detención arbitraria, con saña, de tres campesinos, me parece una infamia; en Zacatecas y en el Estado colgando cadáveres, asesinando en la vía pública a transeúntes sin relación con el crimen organizado y a eso no se le llama terrorismo.
La entrevista concluye y Fernando sale a encaminar a los periodistas hasta la puerta, como hacía en campaña al colocarse de custodio en la entrada de los eventos para saludar de mano a todos los asistentes.
(Nota: los temas tratados en la entrevista no fueron desarrollados en el texto en orden cronólogo sino por la ponderación periodística que se hizo de éstos).
Por Osbaldo Salvador Ang/La Opción