5 calles pavimentadas, 43 techos, una unidad deportiva, el taller en el Asentamiento Tarahumara, entre otros
Son más de cincuenta obras que la alcaldesa de Meoqui Miriam Soto entregó en los primeros cien días de su gobierno, con la finalidad de dignificar la vida de los meoquenses, de entre las que destacan la implementación de la Campaña Permanente de Bacheo, la entrega de techos de vivienda, cinco calles inauguradas, el taller en el asentamiento tarahumara y una unidad deportiva.
Desde el comienzo de la administración encabezada por la arquitecta Miriam Soto, implementó la Campaña Permanente de Bacheo con la que ya se ha cubierto el 80 por ciento de los baches en el municipio, gracias al Bachecel que forma parte del trabajo en conjunto con la ciudadanía, ya que por medio del contacto vía whatsapp los meoquenses han reportado los baches.
A la presidenta municipal también le correspondió inaugurar cinco calles en el municipio, tres de ellas en el seccional de Lázaro Cárdenas, que son la Francisco Villa, Álvaro Obregón y Emiliano Carranza, así como dos más, una en la comunidad del Molino Rinconeño y otra más reciente, la calle Degollado, una de las vialidades más transitadas en la cabecera municipal; las vías fueron pavimentadas con carpeta asfáltica, en las cuales se utilizó concreto para la reconstrucción de vados para el desagüe pluvial.
Como parte del programa de Mejora de Viviendas para las familias meoquenses la alcaldesa Miriam Soto entregó más de cuarenta techos, este proyecto consiste en la construcción de tejados por medio de lozas aligeradas con lo cual se busca dignificar la vida de los habitantes de Meoqui.
Como parte de la promoción del deporte en Meoqui la arquitecta inauguró la Unidad Deportiva en la comunidad de Ampliación Gran Morelos, en la cual los niños, niñas y jóvenes de la localidad pueden realizar sus actividades deportivas sin tener que desplazarse.
El Asentamiento Tarahumara que alberga a los rarámuris en el municipio, fue optimizado también en este inicio de gestión, con la incorporación de un taller para que los tarahumaras puedan emplear sus costumbres en la elaboración de totopos y tostadas, que se sumaron a los productos que ofrecen como el pinole, el cual ya tiene su marca, además, de los vestigios tradicionales, cubre bocas, pulseras y collares, con el objetivo del autoempleo para la etnia.