Años atrás se sembraban en la región centro sur entre 500 y 600 hectáreas de tomate pero debido al costo alto del cultivo y la situación económica, la superficie se ha reducido a 200 hectáreas.
Carlos Castilla Garza, jefe del distrito 013 de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) indicó que debido a que es menor superficie de siembra, debería garantizarse el precio porque no habría tanta competencia interna con excepción de la que exista de otros estado del país pero por lo pronto en la región centro sur, las plantas de tomate ya están transplantadas y en desarrollo, así que en las siguientes semanas iniciaría la cosecha.
Los productores de la región que se han mantenido con el cultivo de tomate, ya tienen diferentes canales de comercialización con empresas nacionales e internacionales, como son Herdez, La Costeña, Heinz, entre otras. Estos productores ya no pueden ser víctimas de los “coyotes” que solo buscan su beneficio y perjudican demasiado a los productores.
“Desde el momento de la siembra, los productores ya saben a donde van a mandar su producto, ya tienen contratos hechos, en algunos casos para comercialización y precio establecido, es una vacuna de seguridad para garantizar ganancias para ellos”.
Al indicar que las hectáreas de siembra de tomate han disminuido considerablemente en los últimos años, señaló que es lamentable y que esto se debe la situación económica, sobre todo porque es un cultivo caro.
Cabe hacer mención que en el sur del país, se habla de una variación constante en el precio del kilogramo del tomate, que se ha dado por varias situaciones, siendo una de ellas que hubo desabasto por las compras de pánico que se dieron al iniciar la cuarentena.
