viernes, septiembre 20, 2024

GRAN TRABAJO QUE REALIZAN LOS ENFERMEROS QUE HASTA DESATIENDEN A FAMILIA; MICHELLE UNO DE LOS CASOS QUE TOCARAN TU CORAZÓN

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“Mamá ya quiero que se acabe el coronavirus para verte, abrazarte y besarte”, es la frase que escucha Michelle cada vez que habla con sus pequeños hijos por videollamada. Ella trabaja como enfermera en el área que atiende a pacientes con Coronavirus (Covid19), para no afectar a su familia se aisló y así ha permanecido por tres semanas.
Desde el momento en que tuvo conocimiento que iba a tener contacto directo con pacientes sospechosos y confirmados, decidió dialogar con sus padres para tomar la determinación de aislarse porque aunque se hubiera quedado en casa, sería muy difícil, ya que tendría que estar distante de sus hijos; una pequeña de un año y un niño de 6 años. Lo anterior porque debía extremar precauciones.

Acaba de cumplir tres semanas en aislamiento y definitivamente, es tiempo que le ha parecido eterno y muy complicado porque no puede abrazar y besar a sus hijos a pesar de estar en la misma ciudad. Cuando hablan a través de videollamada con ella, la bebé se le queda viendo e intenta reconocerla, sin embargo, el varón le dice que la extraña mucho, que ya llegue a casa para besarla, abrazarla y para acurrucarse con ella en la cama; en ocasiones, él le dice lo anterior con voz entrecortada y lagrimas en los ojos.

Me alejé de mis hijos, mis papás, mis hermanos, mis sobrinos, mis amigos: me aísle de todos para no perjudicarlos porque en el área donde trabajo, el virus está en todas partes y cualquier descuido puede resultar en contagio.

“Mi familia está triste porque no estoy con ellos pero saben por qué lo hice, mis papás me están dando todo el apoyo, incluso cuidan a mis hijos”, destacó.

No hay día en que no piense en sus hijos, sobre todo cuando termina su labor en el Hospital porque quiere ir a su casa para ver a sus consanguíneos, después vuelve a la realidad y sabe que por el momento está prohibido poner un pie en la casa, así que no le queda otra que volver a la casa de renta, esperar a que llegue la noche y tratar de dormir.

Todos los días habla con sus bebés, al más grande le explica cómo hacer el trabajo que le dejan en la escuela.

Michelle entra a las 7 de la mañana a laborar, llega diez minutos antes, posteriormente va por el kit de seguridad y el traje especial que se utiliza en el área que trabaja, cuando tiene todo su equipo puesto, ya no puede salir de su área de trabajo. Su trabajo concluye a las 2 de la tarde, llega a su casa temporal, entra por el patio, se quita los tenis y el uniforme, los pone al sol y después, se da un baño y se desinfecta para disponerse a descansar.

Manifiesta que aunque trabaja, utilizando equipo de seguridad, existe temor entre sus compañeros porque no saben qué pueda pasar o incluso piensan que alguno pueda estar infectado y no ha mostrado síntomas.

“Hemos visto como han fallecido médicos y enfermeras en varios estados del país y definitivamente no queremos que nos pase nada pero sabemos que no estamos exentos”.
Agregó “nos da mucho coraje ver como la gente se lo toma a la ligera y uno tomando todas las precauciones para que no nos pase nada a nosotros o nuestros familiares…la gente sigue en fiestas, reuniones, en los centros comerciales…deben saber que esto no es invento del gobierno, ni otras cosas que se dicen..nosotros ya vimos con nuestro propios ojos a los pacientes, nosotros los hemos atendido”.

Para concluir dijo “el que quiera tomar las recomendaciones que bueno y el que no, pues ahí estaremos para atenderlo”.

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