El empresario Carlos C. A. al parecer tiene intereses ligados al robo de combustible en el sur del estado
El secuestro del presunto empresario originario de Delicias, Carlos C. A., autoridades en el estado lo habrían relacionado con el robo de combustible, según trascendió luego de que lograra escapar de sus captores el pasado 28 de febrero, donde quedó gravemente lesionado al recibir un impacto de arma de fuego en la cara.
Fuentes allegadas a la Fiscalía General del Estado apuntan que Brayan “N”, apodado o conocido como “el 90”, sería el responsable de mantenerlo en cautiverio durante casi un mes consecutivo en un domicilio en Parral, donde el pasado viernes logró escapar y en su huida fue herido de un disparo en la cabeza, por lo cual se encuentra gravemente herido.
Antecedentes de los agentes investigadores del Estado ya advertían que el presunto empresario tenía intereses ligados al robo de combustible en el sur del estado, lo que aparentemente afectaba a los intereses del grupo del Cártel de Sinaloa, quien habría ordenado secuestrarlo en tres ocasiones.
Fue en el año 2019, cuando las agresiones contra el señor Carlos se intensificaron, ya que en el 12 de julio, cuando circulaba en la avenida Paseo de las Vírgenes y avenida Río Florido, fueron emboscados por grupos de pistoleros, quienes pretendían llevárselo a la fuerza, pero sus agentes de seguridad personal intervinieron y evitaron esta privación. En el lugar murieron dos personas, entre ellos un escolta.
En sus redes sociales, un día después de que ocurrieron los hechos, dijo que los responsables de intentarlo matar era un comando armado de Gómez Palacio, Durango y que “estos lamentables hechos se verán empañados con algunas lenguas venenosas dedicadas a hablar cosas que no saben ya que Carlos es una persona trabajadora y comprometida con el bienestar de mis prójimos yo hago un exhorto a la ciudadanía deliciense a extremar precauciones y no permitir que nos roben la tranquilidad”.
En su texto habría pedido que las personas de Delicias no se dejaran influenciar por los mitos o leyendas que corrían de los hechos, los cuales hasta el día de ayer retomaron fuerza luego de que filtraran el video donde declaraba que se dedicaba al robo de gasolina y la forma en que podría ocultar los hechos.
Pese a esa advertencia, Carlos C. siguió viviendo en Delicias, y para el mes de diciembre del mismo 2019, un grupo armado intervino su casa por la madrugada y se llevaron a todos los presentes, entre ellos dos menores de edad, quienes horas más tarde fueron liberados sin el señor Carlos.
Cuatro días más tarde de que un comando armado ingresara a su domicilio en Delicias, lo dejaron en libertad, se desconoce los motivos por el cual lo dejaron libre, pero regresó a su domicilio como si nada hubiera pasado y en lugar de mejorar su seguridad o escapar del estado, siguió viviendo en su domicilio en compañía de sus familiares.
A finales del mes de enero de 2020, nuevamente Carlos C. fue privado de la libertad, esto a lado de dos de sus escoltas, quienes fueron asesinados y abandonados en la carretera que conduce de Chihuahua a Parral, mientras que su paradero se desconocía ya que llevaba casi un mes en cautiverio.
En la ciudad de Parral, en la colonia Ampliación Juárez, es donde mantuvieron resguardado a Carlos C., ahí el viernes 28 de febrero se reportó detonaciones de arma de fuego en el lugar y al arribar los agentes de seguridad y al paso de las horas se determinó que entre los involucrados estaba Carlos C., quien había quedado gravemente herido con un proyectil en la cabeza.
Luego de que resultara lesionado fue trasladado a las inmediaciones del hospital del IMSS en Delicias, sin embargo, ante las condiciones de salud del señor se tomó la decisión de trasladarlo a la ciudad de Chihuahua para recibir mayor atención médica ya que su estado actual de salud es grave.
A las horas de que se diera a conocer su escape en esa colonia de Parral, filtraron tres videos donde aparece Carlos C., en el primero de ellos se muestra al señor sentado vistiendo una playera de color negro, estaba en una habitación y tranquilamente habla de la forma en que trabaja para el robo de combustible.
“Mando gente a picar el tubo, tengo adentro del grupo especial que me dicen a qué hora debo entrar y salir, dentro de instrumentación de Pemex, me dice qué va correr, si gasolina o diésel y cuándo opere porque suena la alarma, me arreglé con la PGR con el licenciado Jiménez, me enseñó a manejar la documentación y chispar cualquier bronca”, comenta en parte del video.
Aunque no se mostraba golpeado u obligado a declarar ante las cámaras, su forma de hablar era un poco lenta o retardada, y continuaba explicando que tiene contratos de arrendamientos, equipo de transporte, para si pasara algo podría evadir la responsabilidad, “tengo facturación, permisos, todo en regla para no tener ningún pedo”.
Ese video reforzó la investigación que ya había iniciado la Fiscalía General del Estado, quienes incluso pensaron que en el primer secuestro no habrían sido delincuentes quienes se lo habían llevado, sino que se trataba de agentes federales quienes ya le seguían la pista, pero resultó que sí era un grupo armado del sur del estado.
En los dos videos restantes se muestra el rostro de Carlos C., cortándole las orejas a dos personas quienes se encontraban en el piso, preguntándoles el motivo por el cual “lo querían vender”, a lo que un hombre esposado contesta que: “Yo no lo vendí jefe”, mientras que el otro ya no tiene las fuerzas para hablar, ya que se encontraba severamente golpeado.
El grupo de Los Salgueiro estaría detrás de la filtración de los videos y está detrás de los atentados que ha sufrido el señor Carlos, ya que cuentan con un conflicto relacionado con el robo de combustible en esa zona del estado, pero la Fiscalía General del Estado no ha emitido una versión oficial.
Carlos C. se encuentra hospitalizado en la ciudad de Chihuahua, tiene un disparo en el ojo y se encuentra resguardado por varios elementos de seguridad, por lo que están a la espera de que mejore su condición de salud, a fin de que pueda declarar sobre los hechos y en caso de ser responsable de algún delito, que sea presentado ante la justicia.