Aunque por el momento no se han presentado choques, la subdirección de Vialidad detalló que cada vez que inicia la temporada de lluvias, los accidentes incrementan en 50 por ciento por que los conductores circulan sin precaución cuando hay precipitaciones pluviales.
Cuando se presentan lluvias, los conductores deben manejar a la defensiva y no hacer confianza en los frenos porque el agua les puede hacer una mala jugada, además las balatas se mojan en exceso cuando las llantas son sumergidas en una cantidad considerable de agua, y su funcionamiento no es el mismo, lo que indica que no frenan igual.
La subdirección de Vialidad señaló que cuando hay lluvias los choques de tipo alcance se incrementa de manera considerable porque los conductores no manejan con precaución y el índice se dispara todavía más cuando hay clases porque existe más tráfico vehicular.
Al caer lluvias, los conductores deben manejar a una velocidad baja que les permita hacer maniobras en caso de requerirlas, además en caso de que la visibilidad sea nula por una aguacero, deben orillarse y esperar que la intensidad de la precipitación disminuya para que continúen su camino.
Otro error común de los guiadores es que quieren pasar a gran velocidad por charcos de tamaño considerable y la hacerlo, los vehículos quedan varados porque se “mojan los cables del sistema eléctrico”, manifestó un agente.
