Las galletas o tortitas de arroz inflado no ayudan a adelgazar ni son saludables.
El atractivo de este producto que no tiene sabor reside en las pocas calorías por cada unidad, pero tienen poco peso y mucho aire.
Este alimento procesado es el resultado del proceso de extrusión que se utiliza, por ejemplo, para fabricar snacks. En este caso, se parte de una masa a base de cereales y se consigue un producto con mucho volumen que pesa poco.
Al masticar o, mejor dicho, dejar fundir en la boca se «engaña» al estómago porque se está ingiriendo aire y no calorías.
Sin embargo, si se comparan 100 gramos de galletas de arroz y de pan, las calorías sí se hacen notar: tienen 383 kcal frente a las 240 kcal de la misma cantidad de pan blanco o las 251 kcal de pan integral. De hecho, un estudio comparativo de 151 tipos de galletas de arroz, maíz, avena, espelta y/o trigo, refleja lo contrario, sobre todo cuando son de sabores o tienen chocolate.
El elevado aporte calórico procede de grandes cantidades de grasas y azúcar, además de los aromatizantes, colorantes y potenciadores del sabor que contienen “para ocultar la pobreza de sus ingredientes”.
No todo es malo, si bien no se aconseja el consumo en exceso de las galletas de harina arroz, pueden ser una opción versátil cuando se combinan con ingredientes frescos y nutritivos que aportarán la energía suficiente para el organismo.
Con aguacate y tomate: Untar las galletas de arroz con palta y colocar rodajas de tomate por encima. Esta combinación te brinda grasas saludables, fibra y antioxidantes para un desayuno lleno de sabor.
Con yogurt y frutas: Untar las galletas de arroz con yogurt griego bajo en grasa y agregarles las frutas favoritas en rodajas. Esto proporcionará proteínas, calcio y vitaminas esenciales para empezar el día con energía.
Con huevo revuelto: Preparar huevo revuelto y usarlo como cobertura para las galletas de arroz. Esta combinación aportará proteínas, hierro y vitaminas para un desayuno o merienda super nutritivo.