El aceite de oliva extra virgen (AOVE) se obtiene de manera exclusiva por procedimientos mecánicos y no se somete a ningún tipo de refinamiento. Mantiene sus compuestos intactos, por lo que es el más beneficioso para la salud. Además de que, sus características de sabor y aroma tampoco se ven alteradas.
Este ingrediente contiene compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que son positivos para el cuerpo y es por ello que MejorConSalud enlistó qué beneficios tiene el aceite de oliva extra virgen:
Su consumo también se asocia a un menor índice de mortalidad. Que se observa en las muertes por accidente cerebrovascular y por patologías como cáncer, problemas respiratorios y enfermedades neurodegenerativas.
Mitiga la incidencia de diabetes tipo 2. Tanto las aceitunas como el aceite pueden proteger frente a su desarrollo y ayudan a bajar los niveles de glucosa en personas ya afectadas
Apoya el sistema inmune. Refuerza la respuesta de las defensas frente a los agentes patógenos. También se relaciona con un efecto protector frente a las enfermedades inflamatorias de origen autoinmune (artritis reumatoide y enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras).
Contribuye a la buena salud cerebral. Sus beneficios se extienden al cerebro y al desempeño cognitivo en adultos mayores (si bien no se puede detallar cuáles son las facetas más beneficiadas). Y se observa menor riesgo de deterioro de la función mental con el paso de los años y de la mortalidad por demencia.
Ayuda a controlar el peso corporal. Una dieta del estilo mediterráneo, con aceite de oliva y sin restricción calórica puede ser positiva para reducir peso y perímetro de cintura.
Previene algunos tipos de cáncer. Gracias a sus múltiples antioxidantes, contribuye a contrarrestar el daño producido por el estrés oxidativo. Se cree que el exceso de radicales libres que aparece con la oxidación puede estar detrás de la aparición de algunos tumores. El posible efecto quimio preventivo está asociado a la presencia de polifenoles.
Efecto antiinflamatorio. Las enfermedades inflamatorias crónicas tienen una incidencia menor en los países mediterráneos. Y uno de los principios responsables puede ser el oleocantal, un compuesto fenólico homólogo del fármaco ibuprofeno que ha demostrado tener un efecto protector (en estudios de laboratorio).
Protege la salud cardiovascular. La ingesta de AOVE protege frente al infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. Los beneficios son mayores cuando se usa para sustituir margarina, mantequilla y otras grasas lácteas (como la nata).
Reduce el colesterol LDL. Gracias a los ácidos grasos monoinsaturados ayuda a bajar los niveles del “colesterol malo”, LDL.
Rebaja la presión arterial. El aceite de oliva extra virgen es rico en polifenoles, antioxidantes y ácido oleico. Y su consumo regular contribuye a reducir la presión (tanto la sistólica como la diastólica) en individuos con y sin antecedentes de enfermedad cardiovascular.