El café es una bebida muy común en los hogares, lo que lleva a que muchos no sepan cómo almacenarlo de manera correcta y cometan el error de guardarlo en un lugar que no se debe.
El lugar donde nunca se debe guardar el café es en la heladera o nevera, una práctica que puede ser perjudicial para la calidad del producto y la salud de quienes lo consumen.
Aunque generalmente se cree que este electrodoméstico es ideal para conservar alimentos, no todos deben ir allí debido a sus componentes.
El café tiene cuatro enemigos principales: la luz, el calor, el aire y especialmente, la humedad.
Al almacenarlo en un refrigerador, el café se expone a un ambiente húmedo que puede alterar sus características fundamentales, como el aroma, sabor y consistencia de sus aceites esenciales.
La humedad puede activar procesos de degradación en el café que alteran su estructura celular, causando que los aceites esenciales que le dan su distintivo sabor se oxiden y desaparezcan.