Brett Favre, mariscal de campo retirado de la NFL, informó el martes a un comité del Congreso que había sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson, una afección progresiva e incurable que causa temblores y rigidez, a menudo resultando en problemas de movimiento y habla.
Esto es lo que hay que saber sobre el diagnóstico, los síntomas y el tratamiento de la enfermedad, que afecta al menos al uno por ciento de las personas mayores de 60 años.
Lentitud, característica clásica
La enfermedad de Parkinson afecta al sistema nervioso central. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, causa que las neuronas del cerebro se debiliten y finalmente mueran, lo que causa síntomas como temblores y alteraciones del equilibrio. La lentitud de movimiento es la característica clásica, explicó Vikas Kotagal, profesor asociado de neurología en la Universidad de Míchigan.
Conforme los síntomas avanzan, las personas con enfermedad de Parkinson pueden experimentar dificultades para caminar, hablar y realizar otras tareas básicas. Se calcula que tres cuartas partes de las personas que viven con Parkinson durante más de 10 años desarrollarán demencia.
¿Quién corre el riesgo de padecerla?
Las mutaciones genéticas están relacionadas con alrededor del 10 al 15 por ciento de los diagnósticos de Parkinson, dijo Michael S. Okun, neurólogo de la Universidad de Florida.
Con mucha mayor frecuencia, la enfermedad se relaciona con factores ambientales y de otros tipos. Agricultores que han trabajado con pesticidas y trabajadores de fábricas expuestos a productos químicos tóxicos tienen un mayor riesgo de desarrollar Parkinson, afirmó.
En algunos pacientes la enfermedad nunca llegará más allá de las primeras fases, mientras que en otros esta avanzará rápidamente, hasta que sean incapaces de caminar o incluso de mantenerse en pie sin la ayuda de un andador, dijo Kotagal.
¿Los golpes en la cabeza pueden causar Parkinson?
Una investigación ha descubierto que un golpe traumático en la cabeza, con o sin pérdida de conciencia, también puede aumentar el riesgo de que una persona desarrolle la enfermedad de Parkinson. Esta conexión ganó popularidad después de que el boxeador Muhammad Ali fuera diagnosticado a los 42 años, en 1984.
Cada vez hay más pruebas de que los traumatismos craneoencefálicos y las conmociones cerebrales están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, señaló Okun, quien formó parte del equipo de especialistas de Ali.
Un estudio de 2018 realizado entre veteranos militares de EE. UU. descubrió que quienes habían sufrido lesiones cerebrales traumáticas leves, incluida la conmoción cerebral, tenían un 56 por ciento más de riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson, incluso después de controlar los factores demográficos y otras afecciones médicas. Quienes tenían lesiones cerebrales traumáticas de moderadas a severas tenían un 83 por ciento más de riesgo.
“No sabemos exactamente cuál es el mecanismo”, dijo Kristine Yaffe, autora principal de ese estudio y profesora de psiquiatría, neurología y epidemiología de la Universidad de California en San Francisco.
Una de las principales teorías es que los traumatismos craneoencefálicos provocan una acumulación anormal de proteínas en el cerebro, explicó Yaffe. Otra es que el traumatismo craneal causa inflamación y cambios en el flujo sanguíneo y los vasos sanguíneos que, a su vez, conducen a la muerte de las células cerebrales.
¿Cómo se diagnostica?
Un neurólogo hace un diagnóstico basado en el historial médico del paciente, una revisión de los síntomas y un examen físico y neurológico.
Ese examen evalúa la memoria, la agudeza mental, la coordinación y los reflejos.
En personas con antecedentes familiares de Parkinson, pueden encargarse pruebas genéticas para buscar mutaciones genéticas asociadas a la enfermedad.
Los primeros signos de que un paciente podría tener Parkinson pueden ser muy variados. Antes de los síntomas característicos del Parkinson, como el temblor en reposo o la rigidez, pueden manifestarse otros como pérdida de olfato, el estreñimiento, los sueños vívidos, la ansiedad y la depresión.
“Hemos aprendido que algunas pistas pueden aparecer primero”, dijo Okun.
Debido a la enorme gama de síntomas potenciales y el lento avance de la enfermedad, Okun dijo que esta era considerada una de “las enfermedades más complejas en medicina”.
