México.- El ser humano lleva miles de años buscando el secreto de la inmortalidad. Para algunos, esa búsqueda incluye dormir en una cámara hiperbárica, experimentar con crioterapia o someterse a rayos infrarrojos.
La mayoría de los expertos en envejecimiento se muestran escépticos ante la posibilidad de que estas acciones prolonguen significativamente los límites superiores de la vida humana. Lo que sí creen es que practicando unos cuantos comportamientos sencillos, muchas personas pueden vivir más tiempo sanas y llegar a los 80, 90 e incluso 100 años en buena forma física y mental.
Las intervenciones no son tan exóticas como transfundirse sangre de un joven.
A continuación, siete consejos de geriatras sobre cómo añadir más años buenos a su vida.
- Muévase más
Lo primero que recomiendan los expertos es mantener el cuerpo activo. Y es que un estudio tras otro ha demostrado que el ejercicio reduce el riesgo de muerte prematura. La actividad física mantiene sanos el corazón y el sistema circulatorio y protege contra numerosas enfermedades crónicas que afectan al cuerpo y la mente. También fortalece los músculos, lo que puede reducir el riesgo de caídas de las personas mayores.
El mejor ejercicio es cualquier actividad que te guste hacer y con la que quieras quedarte. Tampoco hace falta hacer mucho: la Asociación Americana del Corazón recomienda 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, lo que significa que caminar algo más de 20 minutos al día es beneficioso.
- Coma más frutas y verduras
Los expertos no recomendaron ninguna dieta en concreto, pero en general aconsejaron comer con moderación y procurar consumir más frutas y verduras y menos alimentos procesados. La dieta mediterránea -que da prioridad a los productos frescos, además de a los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos, el pescado y el aceite de olivaes un buen modelo de alimentación sana, y se ha demostrado que reduce el riesgo de cardiopatías, cáncer, diabetes y demencia.
- Duerma lo suficiente
A veces se pasa por alto el sueño, pero desempeña un papel fundamental en el envejecimiento saludable. La investigación ha descubierto que la cantidad de sueño que una persona duerme de media cada noche está correlacionada con su riesgo de muerte por cualquier causa, y que conseguir un sueño de buena calidad de forma constante puede añadir varios años a la vida de una persona. El sueño parece ser especialmente importante para la salud del cerebro.
“A medida que las personas envejecen, necesitan dormir más en lugar de menos”, dicen los especialistas.
- No fume, y tampoco beba demasiado
No hace falta decirlo, pero fumar aumenta el riesgo de contraer todo tipo de enfermedades mortales. “No hay ninguna dosis de humo de cigarrillo que sea buena para la salud”, afirma la Dra. Rowe.
También estamos empezando a comprender lo perjudicial que es el consumo excesivo de alcohol. Más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres – y posiblemente incluso menos que eso – aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y fibrilación auricular, enfermedades del hígado, y siete tipos de cáncer.
- Controle sus enfermedades crónicas
Casi la mitad de los adultos estadounidenses padecen hipertensión, el 40% tienen el colesterol alto y más de un tercio tienen prediabetes. Todos los comportamientos saludables mencionados anteriormente le ayudarán a controlar estas enfermedades y a prevenirlas. - Prioriza tus relaciones
La salud psicológica a menudo pasa a un segundo plano frente a la salud física, pero el doctor Chang dijo que es igual de importante. “El aislamiento y la soledad son tan perjudiciales para nuestra salud como fumar”, dijo, y añadió que nos ponen “en un mayor riesgo de demencia, enfermedades del corazón, derrames cerebrales”. - Cultive la mentalidad positiva
Incluso pensar en positivo puede ayudarle a vivir más. Varios estudios han descubierto que el optimismo se asocia a un menor riesgo de enfermedades cardiacas, y las personas que obtienen puntuaciones altas en las pruebas de optimismo viven entre un 5 y un 15 por ciento más que las personas más pesimistas.
Esto puede deberse a que los optimistas tienden a tener hábitos más saludables y tasas más bajas de algunas enfermedades crónicas, pero incluso teniendo en cuenta estos factores, la investigación demuestra que las personas que piensan de forma positiva siguen viviendo más tiempo.
