viernes, septiembre 20, 2024

COVID 19: ENEMIGO SILENCIOSO DE LOS ATLETAS EN JO DE PARÍS

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París, Francia.- Luego de que este jueves el velocista Noah Lyles, de Estados Unidos, corriera la final masculina de 200 metros y se llevara una medalla de Bronce, sus fans y los expertos se preguntaban qué le había pasado a la estrella de la pista. La razón, según se reveló, es una que aqueja a varios deportistas en estos JO: el Covid-19.

Según confirmó en una rueda de prensa reciente la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 40 atletas en los Juegos Olímpicos de París han dado positivo por Covid-19.

«La Covid-19 todavía está muy presente entre nosotros. El virus está circulando en todos los países», aseguró Maria Van Kerkhove, directora de preparación y prevención de epidemias y pandemias de la OMS.

«Sin embargo, en los últimos meses, independientemente de la temporada, muchos países han experimentado oleadas de COVID-19, incluso en los Juegos Olímpicos, donde no es sorprendente ver atletas infectados, porque como dije antes, el virus está circulando de manera desenfrenada en otros países».

En contraste, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, sólo se reportaron 33 casos positivos entre los 11 mil 300 atletas, según el portal Olympics. En ese momento, las competencias demostraran ser seguras tanto para los participantes como para la población de Japón, gracias a que la organización de los JO siguió las medidas establecidas por la OMS.

Entre algunas de las reglas establecidas, destacó que los atletas extranjeros debían realizarse pruebas de la Covid-19 previo a abandonar sus respectivos países, esto para no tener que someterse a 14 días de cuarentena. Ese año, tampoco hubo espectadores en las competencias, el uso de mascarillas fue obligatorio y se obligaba a los deportistas a hacerse una prueba Covid-19 al menos una vez cada cuatro días.

Ninguna de esas medidas extremas se implementaron en Francia, aunque la OMS reveló en conferencia de prensa que han trabajado junto al COI para combatir al virus a lo largo de estas semanas.

«Hemos observado que más personas usan máscaras en los Juegos Olímpicos, y creo que eso es para tener en cuenta la circulación del SARS-CoV-2», aseguró Maria Van Kerkhove.

Sin embargo, el caso del velocista estadounidense Noah Lyles levantó la polémica en redes sociales sobre si los atletas que han salido positivos a Covid-19 deberían competir o no en los JO, pues podrían poner en riesgo sus vidas. Lyles, de acuerdo con la NBC al final de la carrera de este jueves, fue diagnosticado con Covid hace apenas dos días, y aún así decidió competir y, hasta ahora, se sabe que está permitido que lo haga.

«Me desperté temprano, alrededor de las 5 de la madrugada del martes por la mañana, y me sentía realmente horrible y sabía que era más que solo estar adolorido por la carrera de 100 metros (en la cual ganó Oro)», explicó el velocista, de 27 años, a la NBC.

«Desperté a los médicos y me hicieron la prueba. Desafortunadamente, resultó que di positivo por COVID. Mi primer pensamiento fue no entrar en pánico. Pensé: ‘he corrido en peores situaciones’. Simplemente lo tomamos día a día, tratamos de hidratarnos lo más posible y nos pusimos en cuarentena».

Lyles, que tiene antecedentes de asma, se tumbó en la pista casi inmediatamente después de cruzar la línea de meta, lo que es atípico para él, quien suele saltar, gritar, bailar y ponerse eufórico tras cada carrera. Poco después, necesitó atención médica, hasta que fue sacado de la pista en silla de ruedas.

«Sin duda, (el Covid-19) ha pasado factura. Pero nunca he estado más orgulloso de mí mismo por poder venir aquí y conseguir una medalla de Bronce».

Otro atleta de alto perfil que fue golpeado por la Covid-19 en los Juegos Olímpicos de París 2024 fue el nadador británico Adam Peaty, quien dio positivo un día después de ganar la Plata en los 100 metros braza. Según su equipo, Adam no se sentía bien, lo que aparentemente afectó su desempeño durante la carrera.

La australiana Lani Pallister, tras dar positivo por Covid-19, se retiró voluntariamente de los 1,500 metros estilo libre femenino, y decidió aislarse en su habitación en la Villa Olímpica para recuperarse. A los pocos recibió autorización de sus doctores para competir en el relevo femenino de 4×200 metros estilo libre, consiguiendo la medalla de Oro para Australia.

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