sábado, septiembre 21, 2024

LAS CUATRO FACCIONES QUE PELEAN CONTROL DEL CÁRTEL DE SINALOA

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Ciudad de México.- La detención del capo Ismael «El Mayo» Zambada y de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, provocará un inminente reordenamiento del Cártel de Sinaloa (CDS) y sus diferentes facciones.

La organización delictiva, fundada por «El Mayo» y «El Chapo» en los años 80, no tiene un líder único y se divide actualmente en cuatro facciones, enfrentadas entre sí, a pesar de los intentos del primero por mantenerlo cohesionado tras la captura y extradición de Guzmán Loera a Estados Unidos.

De acuerdo con distintos reportes, el Cártel se divide actualmente en cuatro facciones: «Los Chapitos», que son los hijos de «El Chapo»; el grupo de «El Mayo» Zambada; el bando de Aureliano «El Guano» Guzmán Loera, hermano de «El Chapo», y el de Rafael Caro Quintero.

Para la DEA, el Cártel de Sinaloa se convirtió en una organización flexible tras el arresto y condena de «El Chapo» Guzmán Loera, que se mantiene entrelazada por asociaciones, relaciones familiares y amistades.

«Desde el arresto y condena de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, el Cártel de Sinaloa ha operado como una (organización) flexible de narcotraficantes entrelazados a través de asociaciones comerciales, matrimonios y amistades de larga data», señala la DEA en su último informe anual.

«Los líderes actuales del Cártel de Sinaloa incluyen a Ismael ‘El Mayo’ Zambada García; Aurelio ‘El Guano’ Guzmán Loera, hermano de ‘El Chapo’; Rafael Caro Quintero y los cuatro hijos de ‘El Chapo’, conocidos colectivamente como ‘Los Chapitos'».

Para la dependencia estadounidense, el CDS y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no sólo son las principales organizaciones criminales en México, sino que tienen presencia en todo Estados Unidos y han ocasionado la peor crisis de drogas en la historia de ese país.

«Ellos dictan el flujo de casi todas las drogas ilícitas hacia Estados Unidos y su dominio sobre el comercio de drogas sintéticas en particular es evidente en el incesante flujo de fentanilo y metanfetamina ilícitos que cruzan la frontera», se lee en el informe.

Pugnas internas

El Cártel de Sinaloa no tiene un sólo líder. A la fecha, el paraguas de esta organización trasnacional cubre cuatro facciones criminales separadas, pero que mantienen disputas internas y que cooperan entre sí para mantener sus operaciones.

En teoría, señala la DEA, esta estructura fraccionada otorga a los jefes de los cuatro grupos la capacidad de compartir rutas de contrabando, contactos corruptos, acceso a proveedores de sustancias químicas ilícitas y redes de lavado de dinero, aunque no comparten ganancias.

«Sin compartir ganancias ni tener que responder a una cadena de mando principal. En realidad, sin embargo, las luchas internas por el poder y las alianzas fluctuantes dejan en duda la viabilidad del ‘modelo paraguas'», refiere la DEA.

Apenas el pasado 26 de marzo, luego del plagio de 66 personas y de enfrentamientos entre células criminales en Culiacán, los hijos de «El Chapo» aseguraron en decenas de mantas colocadas en esa ciudad que en Sinaloa no hay una guerra interna.

«No hay guerra en Sinaloa. Esto les va a pasar a todos los rateros de Sinaloa. Para que sientan lo que sienten las familias cuando se meten a robarle sus casas, a invadir su privacidad. Aquí no se permite el robo, secuestro, extorsión, ni cobro de piso», se advirtió en las mantas.

«Ya saben cuáles son los principios de la organización, téngalo claro. Familiares de personas que anden en esos delitos, eviten pasar un mal rato y denuncien cualquier acto de esta índole».

Mando atomizado

Una de las cuatro facciones está dirigida por «Los Chapitos», nombre colectivo de los hijos de «El Chapo»: Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López. Este último fue detenido el 25 de julio junto con «El Mayo» Zambada.

«‘Los Chapitos’ están en el centro de una batalla interna contra el ex socio de su padre, Ismael Zambada García, quien ha estado involucrado en el tráfico de drogas desde México desde la década de 1970 y ha codirigido el Sinaloa», apuntó la DEA.

Otra facción del Cártel es precisamente liderada por «El Mayo» Zambada, el legendario capo de 76 años de edad que nunca había sido detenido, a pesar de que es considerado una de las figuras centrales del narcotráfico desde la década de los 80.

«Se informa que Ismael Zambada García se encuentra en mal estado de salud, lo que deja en duda el liderazgo de su facción», expuso la DEA en su Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024.

Aureliano Guzmán Loera, hermano de «El Chapo», es identificado como jefe de otra de las facciones del cártel. «El Guano» está prófugo y también es buscado por el Gobierno de Estados Unidos.

En noviembre de 2021, Estados Unidos acusó a Aureliano y a los hermanos Salgueiro Nevárez, también del CDS, de violar las leyes sobre las drogas, y ofreció por cada uno hasta 5 millones de dólares de recompensa por información que lleve a su captura.

Una de las acusaciones del Departamento de Justicia versa sobre tráfico de fentanilo a gran escala. En 2016, «El Guano» también fue relacionado con un ataque armado registrado en Culiacán, que dejó soldados muertos.

«El Guano» tiene 77 años de edad, según registros, y es uno de los cinco hermanos de «El Chapo». Autoridades de México y Estados Unidos lo describen como un importante operador del Cártel con redes para el envío de metanfetamina, heroína y cocaína desde Sonora, Chihuahua y Sinaloa.

El histórico capo Rafael Caro Quintero, conocido como «el narco de narcos», está al mando de otra de las facciones del Cártel de Sinaloa, a pesar de que fue recapturado en México en julio de 2022.

Fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y uno de los responsables de ordenar el secuestro, tortura y asesinato del agente especial de la DEA, Enrique Camarena Salazar, en 1985. Se le detuvo ese año y fue condenado a 40 años de prisión.

Pero en agosto de 2013, cuando había cumplido 28 años de esa sentencia, salió de la cárcel luego de que un tribunal colegiado decretó su libertad por supuestas irregularidades en el proceso por el homicidio de «Kiki» Camarena.

Fue detenido en un operativo militar realizado en Choix, Sinaloa, en la zona conocida como el Triángulo Dorado, su territorio de influencia y poderío. Se encuentra preso en una cárcel mexicana de máxima seguridad.

«Desde entonces, ‘Los Chapitos’ han estado luchando contra su organización (conocida como el Cártel de Caborca) por el control de la región del desierto de Sonora, una ruta de tráfico crucial a través del estado mexicano de Sonora hasta la frontera con Arizona», reveló la DEA.
[[¡Control territorial
El Cártel de Sinaloa, junto con el CJNG, dictan el flujo de casi todas las drogas ilícitas hacia Estados Unidos. Tienen predominio en el comercio de las drogas sintéticas en los mercados estadounidenses.

Controlan sitios clandestinos de producción de droga y rutas de transporte en México; manejan corredores de contrabando hacia Estados Unidos y mantienen grandes redes de distribución en las ciudades estadounidenses.

«Es uno de los cárteles de tráfico de drogas más violento y prolífico del mundo. Dirige el contrabando de fentanilo y otras drogas ilícitas a Estados Unidos todos los días, desde paquetes más pequeños transportados por ‘mulas’ humanas hasta miles de libras mezcladas con bienes comerciales legítimos transportados en camiones con remolque», agregó la DEA en su informe.

«Ejerce su poder a través del miedo, las amenazas y la violencia, matando a policías locales, periodistas y miembros de otros grupos criminales que invaden su territorio sin autorización, generalmente obtenida pagando un ‘piso’ e incluso matar a sus propios miembros por percepción de deslealtad, o para enviar un mensaje».

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