La mano zurda salió con un corto recorrido e impactó en el plexo de José Miguel Fandiño, quien cayó de bruces, en el medio del ring, totalmente vencido. Logró levantarse pero la toalla, desde su esquina, dijo basta.
También de rodillas sobre la lona, pero con los brazos en alto y la sonrisa enorme, el ganador festejó su regreso al boxeo. Sergio Gabriel “Maravilla” Martínez, a los 45 y luego de seis años de inactividad, volvió, peleó y ganó. Se dio el gusto. Fue en Torrelavega, Cantabria, España, el país que lo cobijó cuando casi esta a punto de dedicarse a otra cosa.
La noche del viernes, como ganador y promotor de la velada, Martínez debió luchar contra la inactividad, la edad y, por sobre todas las cosas, por las lesiones en las rodillas y manos. ¿Más lento? Sí. ¿Impreciso? No tanto. ¿Un rival fuera de su nivel? Es cierto.
Pero también es cierto que le ganó a un rival en actividad y más joven, que hizo lo que pudo.
“No me olvido de todo lo malo que pasé. Fueron momentos durísimos. Estaba listo para los diez asaltos. Por suerte, Fandiño cayó, por los golpes al cuerpo”, dijo luego de la pelea, llevada a cabo con público.
“Necesito volver, estar en contacto con todos… La rodillera no hacía falta, pero querìa estar seguro, aunque no tuve problemas físicos. Mi rival es más joven y pudo controlarlo todo, es mucho tiempo sin combatir”, dijo luego. “Demasiado hice, la p·· madre, creo que estuve bien”. Y luego, sin dudarlo, agregó:
“Hasta el título mundial no paro”.
Maravilla había ganado los primeros cuatro asaltos al viejo estilo: bajando los brazos, poniendo la cara, lanzando sus derechas a fondo ante un rival lento, pero también de pocos golpes. Parecía Fandiño apostar a la derecha cruzada, tirada a fondo, pero no logró demasiado más. El español debutó como profesional en el 2014 o sea el mismo año en el que el argentino perdió, ya sin fuerzas, ante Miguel Cotto en el Madison.
Fandiño logró repuntar en el quinto, donde estuvo más productivo, pero en el sexto el argentino se lo llevó por delante con gran velocidad de golpes. No tiró solamente a la cabeza, se ocupó del cuerpo y de esa manera lo tuvo por el suelo a su rival, aunque éste se quejó de un golpe bajo… Ese trabajo a las llamadas “zonas blandas”,
provocaron todo lo que sobre vino después, porque fue un golpe al plexo, como quedó dicho, que terminó con el español en el séptimo capítulo.
“El traumatólogo”, como llaman a Fandiño (que ahora totaliza 15 ganadas, 7 perdidas, 4 antes del límite, con 8 KO a favor) tal vez fue superado también por los antecedentes de un rival de gran experiencia.
El record de Maravilla es ahora de 52 victorias (29 por fuera de combate), 3 derrotas y 2 empates. Sueña con pelear por el campeonato mundial WBA con el japonés Ryota Murata (16-0, 13 KO) quien a los 34 años luce peligroso, como cualquiera que se mida ante un hombre veterano como el ex campeón mediano del CMB.
Soñar no cuesta nada, por supuesto. No se puede comparar al Maravilla de los tiempos pasados. Nadie es igual luego de seis años, nadie puede contra el padre tiempo.
“Maravilla” se dio el gusto, volvió, ganó, revivió noches pasadas, donde las recompensas eran mayores. Aquellas noches ante Paul Williams o Julio César Chávez Junior han pasado dejando huellas y nostalgias.
Hoy es hoy. ¿Quién puede negarle a Maravilla el derecho a soñar? Este periodista, por cierto, no.
Información sacada de ESPN