El escenario de escasez de agua que estaba previsto por las autoridades para 2050 ya está ocurriendo, expuso el presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas, Armando Rosales.
«Se proyectaba una reducción entre 13 y 17 por ciento en la disponibilidad de agua para 2050 en los sistemas Cutzamala, Lerma y los acuíferos de la Ciudad de México», planteó el especialista.
Ese rango era una proyección prevista en el documento Estrategia Local de Acción Climática 2021-2050 de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema); sin embargo, la Capital ya está viviendo dicho escenario, planteó el investigador.
Con los recortes al Sistema Cutzamala por la sequía que se registra en las presas, el caudal de la Ciudad pasó de 32.2 metros cúbicos por segundo en 2023, a 24.5 y 26.6 metros cúbicos por segundo, este año.
La reducción representa una disminución de entre 15 y 21 por ciento, con base en los datos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), puntualizó el también profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM.
«Los peores escenarios de cambio climático que se preveían oficialmente para 2050, los alcanzamos en 2024», subrayó Rosales en un coloquio en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM.
Si se descuentan las pérdidas en fugas y el suministro a la industria, el consumo doméstico por persona descendió a 85 litros diarios por habitante en la Ciudad de México, menos de los 100 sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar de las inversiones en sectorizar la red de distribución de agua, la distribución sigue siendo desigual y con resultados menores en recuperar las fugas, agregó.
Optan por de pozos
Ante la falta de agua del Cutzamala, la alternativa ha sido perforar pozos, aun cuando existía una veda la cual se levantó por un decreto del Gobierno federal anterior, mencionó.
«Secaron la laguna de Zumpango, hay investigadores que dicen que de manera intencional, para que las aves migratorias no interfirieran con la operación del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles», refirió Rosales.
En Zumpango, Estado de México, se perforan pozos, algunos de los cuales ya comenzaron a operar pese a la oposición de los vecinos, quienes temen ocurra un proceso de hundimientos en el Municipio.
«Ya vimos que es prácticamente el mismo modelo hídrico oficial», apuntó Rosales.
En la Ciudad, apenas la tercera parte del agua utilizada se depura y reaprovecha, con un saneamiento insuficiente, cuando hay que invertir en el tratamiento, tanto como en la apertura de pozos, precisó.
«Es el consenso en la academia, la solución está en la captación del agua pluvial en gran escala», puntualizó el especialista.
Rosales subrayó la importancia de generar grandes sistemas públicos de captación pluvial.
«Todo el sistema de presas del poniente, que utilizamos para controlar las avenidas de agua en la época de lluvias, seis meses está seco», subrayó.
Esos vasos reguladores pueden utilizarse para tener un sistema alternativo de agua, con un manejo para contener la basura.
«Hacia allá deberíamos ir, si no reusamos el agua, la reutilizamos, la reinfiltramos y la tratamos, no hay viabilidad hídrica para la Ciudad de México», apuntó.
De otra forma, el agua fósil formada en el subsuelo durante cientos de años se habrá agotado con los pozos en menos de un siglo, concluyó el experto.
Escenario crítico
La Sedema tenía previsto alcanzar el escenario actual en 2050.
17% era la reducción prevista para entonces.
21% es el recorte que se vive en la Capital.
«Los peores escenarios de cambio climático que se preveían oficialmente para 2050, los alcanzamos en 2024».
«Todo el sistema de presas del poniente, que utilizamos para controlar las avenidas de agua en la época de lluvias, seis meses está seco».
Armando Rosales, especialista
