No es cualquier campeón, es el campeón de la reconstrucción del torneo. Es el campeón que hoy puso de pie a una afición que hace cuatro meses pensó que el torneo no se realizaría por el huracán Otis, que a su paso causó destrozos, pérdidas humanas y que aunque se siguen recuperando de los estragos tuvieron un motivo para celebrar en un torneo que generó empleos para miles de familias de Guerrero.
Alex de Miñaur se convirtió en el primer bicampeón de la nueva casa del torneo, tuvieron que pasar 12 años desde el último bicampeón de Acapulco, y se convirtió en el jugador número cuatro en hacerlo, después de Thomas Muster, Nicolás Almagro y Davis Ferrer. El australiano venció por doble 6-4 al noruego Casper Ruud.
El predilecto del público era el noruego, al que alentaban la mayor parte del tiempo. «¡Vaaamos, Casper! ¡Vaaamos, Casper!». La afición se sumergió en una «ola» que le dio la vuelta a la Arena GNP, la cual sufrió menos daños que las canchas alrededor debido al huracán.
La alegría del público desbordaba el estadio principal, que por el huracán Otis fue intervenido, aunque sufrió menos daños. Hace cuatro meses las velarías estaban desprendidas, denotaban tristeza, de acuerdo a la directora de operaciones. Fue por este motivo que decidieron colocar rápidamente unas nuevas en cada uno de los cuatro puntos cardinales del estadio, así dotarlo de alegría. Hoy ahí se jugaron las Finales de dobles e individual.
En la pista el noruego y el australiano reñían en el partido. No lograban desmarcarse más de un punto en el segundo set. El australiano falló un par de tiros a la red en momentos importantes que lo colocaron en desventaja momentánea 3-2 en la segunda manga.
Después de una hora y 38 minutos de partido, Casper sacaba un grito largo que acompañaba cada tiro, como si con ese grito imprimiera mayor fuerza. En ese momento fue cuando De Miñaur le quebró el servicio al noruego para el 4-3 a favor. Para el 5-3, Casper ya había perdido por anticipado, su semblante reflejaba y anticipaba la derrota.
El público celebró un punto largo, donde Casper probó a Alex por cada cuatro, y el australiano respondió con categoría, puso a prueba al campeón, pese a perder el punto, pero el público fue el que ganó en espectáculo. Gran parte de la afición se levantó en un mismo movimiento y gritaron al unísono en festejo.
«Acapulco es mi segunda Ciudad», dijo el campeón a pie de pista. La afición aplaudió al bicampeón, el bicampeón de la reconstrucción.
