Según un nuevo estudio, los hombres homosexuales y bisexuales utilizan menos preservativos que nunca, y el descenso ha sido especialmente pronunciado entre los jóvenes y los hispanos. Según los investigadores, esta preocupante tendencia pone de manifiesto la urgente necesidad de mejorar las estrategias de prevención en un momento en que el país lucha por vencer la epidemia del VIH.
En la última década, la medicación preventiva conocida como PrEP ha contribuido a un descenso moderado de las tasas de infección por VIH. Sin embargo, a pesar de las persistentes campañas de salud pública que promueven estos fármacos, los hombres negros e hispanos homosexuales o bisexuales no los han adoptado en un número sustancial.
El uso de preservativos, que previenen el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, ha disminuido de forma generalizada en los últimos años, no sólo entre los hombres homosexuales, lo que ha contribuido al aumento de las infecciones de transmisión sexual.
Los investigadores afirman que, al centrarse tanto en la PPrE, las autoridades sanitarias han pasado por alto los preservativos, lo que ha contribuido al descenso de su uso.
«El objetivo de promover la PPrE es valioso, pero ha eclipsado otras estrategias de prevención como los preservativos», afirmó Steven Goodreau, experto en VIH de la Universidad de Washington. Ha dirigido el nuevo estudio y es coautor de un editorial relacionado.
Un portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reconoció el descenso del uso del preservativo, pero afirmó que la agencia sigue promocionándolo. Por ejemplo, los departamentos de salud locales que reciben fondos federales para la prevención del VIH deben incluir la distribución de preservativos en sus estrategias.
Las tasas de VIH han descendido en los últimos años gracias, en parte, a la PPrE. Pero el descenso en Estados Unidos -un 12% de 2017 a 2021, según estimaciones del Gobierno- ha ido a la zaga de muchas otras naciones occidentales ricas e incluso de algunos países africanos muy afectados.
Los hombres homosexuales y bisexuales se ven afectados de forma desproporcionada: Representan solo el 2% de los adultos estadounidenses y el 70% de los nuevos casos de VIH. Y las tasas de infección son mucho más altas en los hombres homosexuales negros e hispanos que en los hombres homosexuales blancos.
En 2012, la profilaxis preexposición, o PrEP, debutó en medio de una investigación histórica que demostró que, cuando se toman diariamente, los medicamentos antirretrovirales casi eliminan el riesgo de contraer el VIH.
En pocos años, los investigadores establecieron que las personas con VIH tratado con éxito no podían transmitirlo a través de las relaciones sexuales. Estos avances relajaron la ansiedad de los hombres homosexuales y probablemente aceleraron el abandono del preservativo, según el Dr. Goodreau.
Las agencias de salud pública, las clínicas, las organizaciones sin ánimo de lucro y las empresas farmacéuticas invirtieron cientos de millones de dólares en la promoción de la PrEP, lo que contribuyó a su uso generalizado entre los hombres gays blancos. Sin embargo, la popularidad de estos fármacos se ha mantenido relativamente baja entre los hombres negros e hispanos, que están menos asegurados y tienden a albergar una mayor desconfianza hacia los médicos.
El nuevo estudio sobre el uso del condón, publicado el martes en la revista AIDS and Behavior, examinó las respuestas a una gran encuesta de salud en línea de hombres homosexuales y bisexuales y adolescentes de 2014 a 2019. Alrededor del 10 por ciento de los encuestados de cada año se extrajeron de la cosecha del año anterior, lo que permitió a los investigadores rastrear los cambios a lo largo del tiempo.
Entre los encuestados con VIH negativo, los preservativos eran más populares que la PrEP. En 2019, alrededor de la mitad de los participantes dijeron que usaban preservativos de forma inconsistente, y el 17 por ciento informó de un uso constante. Por el contrario, solo el 12 por ciento de los encuestados declaró haber utilizado la PrEP recientemente.
A continuación, los investigadores analizaron las tres cuartas partes de los encuestados que presentaban un mayor riesgo: los que eran VIH negativos y no habían utilizado la PPrE recientemente.
En un año determinado, aproximadamente dos tercios de estas personas afirmaron haber mantenido recientemente relaciones sexuales sin preservativo. Y entre el subconjunto de hombres que respondieron a encuestas consecutivas, la proporción de los que declararon haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo aumentó un 3% entre el primer y el segundo año.
El patrón fue más llamativo entre los jóvenes hispanos de 15 a 25 años, que experimentaron un aumento del 19% en las relaciones sexuales sin preservativo en sólo un año.
En el mismo periodo, las tasas de VIH entre los homosexuales hispanos aumentaron un 3% anual, mientras que se estabilizaron entre los homosexuales negros y disminuyeron entre los homosexuales blancos, según las estimaciones del gobierno.
El Dr. Carlos Saldana, experto en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, dijo que los líderes de salud pública y las escuelas no están abordando las necesidades de salud sexual de los jóvenes hispanos, incluidos los migrantes.
«Cuando llegué a Atlanta en 2020, había cero mensajes en español y mensajes culturalmente sensibles en salud sexual relacionados con las comunidades hispanas», dijo.
Solo la mitad de las escuelas secundarias impartieron educación sexual inclusiva de L.G.B.T.Q. en el año escolar 2019 a 2020, según el C.D.C. Desde entonces, algunos republicanos han intensificado los esfuerzos para eliminar el contenido relacionado con L.G.B.T.Q. de las escuelas. LaRon Nelson, investigador del V.I.H. en Yale, señaló una ley de este tipo en Florida, que tiene una gran población hispana y la tercera tasa más alta de nuevos diagnósticos de V.I.H. del país.
Los grupos comunitarios de Florida deberían llenar el vacío educativo para garantizar que los jóvenes en situación de riesgo conozcan la PrEP y los preservativos, afirmó el Dr. Nelson. «Debemos encontrar nuevas formas de estimular el interés de los jóvenes por los preservativos y ampliar su accesibilidad», afirmó.
El gobierno federal también está descuidando el fomento del uso del preservativo, afirmó la Dra. Goodreau, señalando que los preservativos no se mencionan en los planes estratégicos oficiales de lucha contra el VIH publicados por múltiples agencias sanitarias.
Carl Dieffenbach, director de la división de sida del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, rebatió esa premisa, afirmando que los preservativos son «una parte clave del mensaje en todos nuestros estudios.»
