Washington DC .- Las autoridades del condado de Deschutes, Oregón, anunciaron la semana pasada que a un residente local le habían diagnosticado la peste bubónica y que probablemente había sido infectado por un gato.
El gato, que presentaba síntomas, murió a causa de la infección, pero el paciente humano se está recuperando actualmente, dijo Emily Horton, directora del programa de salud pública del condado. No se han identificado casos adicionales.
Aunque la peste es más conocida por matar a decenas de millones de personas en la Europa medieval, la bacteria que causa la enfermedad todavía circula. Es común en algunas poblaciones de roedores salvajes del oeste de Estados Unidos.
“Mucha gente no es consciente de que la peste es endémica en algunas partes de Estados Unidos”, dijo la doctora Erin Phipps, veterinaria de salud pública del estado de Nuevo México. “No es una enfermedad del pasado”.
Los casos humanos son raros y tratables cuando se detectan a tiempo. Pero el caso de Oregón es un recordatorio de que los dueños de gatos y los veterinarios en lugares propensos a las plagas deben permanecer alerta a los riesgos de infección, dijo la Dra. Sarah Lathrop, veterinaria e investigadora de salud pública de la Universidad de Nuevo México.
“Si tienes un gato como mascota en esa zona y caza afuera, tiene que estar en tu radar”, dijo.
La plaga es causada por una bacteria llamada Yersinia pestis, que circula en una variedad de poblaciones de roedores salvajes. Las pulgas que se alimentan de roedores infectados pueden transmitir la plaga a otros animales, incluidos los humanos. Las personas también pueden infectarse por contacto con un animal infectado.
La enfermedad se presenta en varias formas. En lo que se conoce como peste bubónica, las personas suelen desarrollar ganglios linfáticos inflamados, conocidos como bubones. También son comunes fiebre, escalofríos y dolor de cabeza. La bacteria también puede causar infecciones del torrente sanguíneo, conocidas como peste septicémica, o infecciones pulmonares, conocidas como peste neumónica.
Aunque la enfermedad puede ser mortal, se puede tratar con antibióticos si se detecta a tiempo. “Existe una especie de respuesta emocional al decir ‘plaga’ y pensar en las pandemias pasadas”, dijo Lathrop. “Es muy tratable hoy”.
¿Qué tan común es?
En Estados Unidos, hay un promedio de siete casos humanos por año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Más del 80 por ciento de esos casos son la forma bubónica de la enfermedad.
La enfermedad es más común en las zonas rurales del oeste, especialmente en partes de Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México y Oregón. En esos lugares, la bacteria puede circular en perros de las praderas, ardillas terrestres, ardillas listadas, ratas de bosque y otros animales.
A nivel mundial, cada año se reportan entre mil y 2 mil asos, según los CDC.
¿Cómo contraen la peste los gatos?
Los gatos pueden infectarse cuando ingieren roedores infectados o son picados por pulgas asociadas con estos roedores. Desde 1977, 407 gatos en Nuevo México han sido diagnosticados con la peste, dijo Phipps. “Las mascotas que cazan son uno de los grupos de mayor riesgo. Los gatos son muy susceptibles a la peste y puede resultarles fatal”, agregó.
Como ocurre con los humanos, los gatos infectados pueden recuperarse por completo si la enfermedad se detecta a tiempo. Pero debido a que los síntomas se parecen a los de muchas otras enfermedades, el diagnóstico puede resultar difícil. Los gatos infectados pueden desarrollar fiebre, volverse letárgicos y perder el apetito. También es común la inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el área del cuello.
Los perros también pueden infectarse, pero no suelen enfermarse tanto como los gatos.
¿Qué tan preocupado debería estar por contraer la peste de mi gato?
“El riesgo de que su gato le transmita la peste es bastante mínimo”, dijo Lathrop.
Pero las personas que tienen gatos al aire libre en partes del país donde se sabe que la bacteria es común en los roedores salvajes deben ser conscientes de que el riesgo no es ninguno.
Los gatos (y los perros) pueden transportar pulgas que albergan la bacteria al interior de la casa, donde pueden infectar a los dueños de mascotas. Las mascotas también pueden transmitir la bacteria a las personas a través de gotitas respiratorias en el aire o fluidos infectados.
Los dueños de mascotas pueden minimizar los riesgos manteniéndolas adentro o con correa, evitando el contacto con roedores muertos o enfermos y tratando a sus mascotas con productos para el control de pulgas, dijeron los expertos.
Mantener la comida para mascotas en recipientes sellados a prueba de roedores y retirar del jardín los desechos aptos para los ratones, como pilas de leña, también puede ayudar a reducir el riesgo de exposición.
