“Hay conversaciones personales también, como, por ejemplo, con mi hija Grace. Cuando le enseñaba a manejar, no tengo esa charla extra, no tengo que enseñarle sobre qué hacer cuando frena o cómo actuar de cierta forma, pero otras personas con las que trabajo y que son afroamericanas tienen una conversación distinta y escuchar que hay un paso extra que alguien, a quien aprecio mucho, debe dar como padre, es muy difícil de escuchar. Siempre intento de predicar y crear una cultura en el sentido de que si tienes una sugerencia o hay algo que podamos hacer mejor, este sea un ambiente seguro en el que sientas la libertad de compartir algo, compartirlo y discutirlo para encontrar una forma de mejorar”, concluyó Cashman.