Las artes marciales mixtas (MMA) son consideradas como uno de los deportes más violentos del mundo, al punto tal que hay quienes sostienen que una disciplina tan sangrienta no debería catalogarse como un deporte. Sin embargo, esta disciplina agresiva tiene en ocasiones gestos como el que este fin de semana tuvo el norteamericano Max Holloway que la nobleza existe también dentro de las jaulas.
El luchador de UFC venció por nocaut este fin de semana a Chan Sung Jung, conocido popularmente como El Zombie Coreano. El combate se definió en el último asalto, cuando el estadounidense pudo por fin conectar un puñetazo en la mandíbula de su adversario que lo dejó tendido sobre la lona.
El árbitro detuvo de inmediato la acción y Holloway trepó la reja para ir a buscar a su novia y seres queridos a las gradas, quienes lo estaban apoyando. Tras abrazarse con ellos y festejar eufóricamente, regresó al octógono para asistir a su rival.
Las cámaras de la transmisión oficial tomaron el momento en el que el estadounidense se agacha para ver cómo estaba Chan Sung Jung e incluso lo ayuda a levantarse para que los médicos lo asistan de la mejor manera posible. Esta actitud se viralizó en las redes sociales ya que demuestra el espíritu deportivo que existe entre dos peleadores que ingresan a una jaula para golpearse brutalmente, pero nunca perdiendo la consciencia de que se trata de un deporte.
Incluso, cuando el juez lo declaró ganador, Holloway tomó el micrófono y lo primero que hizo fue pedirle al público que ovacionara al luchador asiático: “Este hombre es una maldita leyenda”, exclamó, al reconocer su actuación.
Holloway, de 31 años, ha sido Campeón Mundial de Peso Pluma de UFC y ostenta un historial de 25 victorias (11 por nocaut y 2 por sumisión) y 7 derrotas (seis por decisión de los jueces). Mientras que El Zombi Coreano, de 34 años, se ha ganado el respeto de sus colegas por su estilo de combate y en su récord posee 17 triunfos y 8 caídas, incluyendo la de este fin de semana en Singapur.
