La ceremonia para el retiro del número ‘34’ que Fernando Valenzuela utilizó durante poco más de una década con los Dodgers de Los Ángeles se llevó a cabo en su feudo, el Dodger Stadium ante un recinto con capacidad para más de 50 mil espectadores que se rindieron al serpentinero sonorense.
Parte del legado que dejó el ‘Toro de Etchohuaquila’ con la novena de California fueron:
- Un guante de oro.
- Dos bates de plata.
- Serie Mundial ante Yankees de Nueva York (1981).
- Seis llamados para Juegos de Estrellas de Grandes Ligas.
- Juego perfecto Vs St. Louis City durante su última temporada con Dodgers.
- Premio Cy Young y Novato del año obtenidos en una misma temporada (único pelotero en conseguirlo).
Ante la presencia de su compatriota, Julio Urías, el ‘Toro’ Valenzuela saltó al diamante del Dodger Stadium ovacionado por los miles de seguidores de los Dodgers presentes y, al son del mariachi, la leyenda de 62 años de los Dodgers mencionó notoriamente conmovido:
Gracias a todos. Qué sorpresa! Es un placer poder ser parte de los Dodgers, quiero agradecer a cada uno de los aficionados, a los Dodgers por retirar mi número y a los aficionados por seguir a los Dodgers año tras año».
Además, Fernando Valenzuela no titubeó y aseguró:
Este año viene otro campeonato, por ustedes, por los aficionados y por la ciudad de Los Ángeles. Gracias”.
*El 34 lució en la explanada del Dodger Stadium.
Valenzuela fue condecorado con el máximo honor al que aspira un pelotero de beisbol por parte de una novena profesional, que su número sea retirado.
Estar aquí, con tantas personas, tantas muestras de cariño, sentirme otra vez el centro del show, es algo que no sabía, pero lo extrañaba”.
Valenzuela estuvo muy bien acompañado. Mike Scioscia, quien estuvo con él detrás de plato en más ocasiones en su carrera, Pepe Íñiguez, su actual escudero con el que comparte la crónica en español de los Dodgers desde 2004, Jaime Jarrín quien con su voz hizo posible en gran parte la Fernandomanía, y Julio Urías, vigente estrella de los Dodgers, señaló como uno de sus principales herederos, estuvieron en los lugares de honor.
Su esposa Linda, sus hijos Fernando, Ricardo, María Fernanda y Linda, y todas sus nietas, también fueron testigos.
Manny Mota, quien era coach del equipo en los tiempos que jugaba Valenzuela y su excompañero Orel Hershiser fueron los encargados de develar en la grada izquierda el anillo de honor con el número 34, con el cual se considera oficialmente que este uniforme está retirado y que nadie más lo podrá volver a portar en el futuro.
Dentro de los reconocimientos recibidos por parte del ‘Toro de Etchohuaquila’, en el ayuntamiento de la ciudad se conmemoró el 11 de agosto de 2023 como Día de Fernando Valenzuela en la ciudad de Los Ángeles, misma que conquistaría de 1980 a 1990.
En este evento le brindarían un reconocimiento resaltando momentos y datos personales de la leyenda de Dodgers.
Fernando Valenzuela atendió una abarrotada conferencia de prensa antes de la celebración por el retiro de su número y aseguró que es algo muy emotivo.
Las actividades fueron parte de una celebración que durará todo el fin de semana, para uno de los peloteros más populares en la historia de los Dodgers.
Para hoy, el equipo regalará muñecos con la imagen de Valenzuela. Y el domingo, el obsequio consistirá en una réplica del anillo de Valenzuela por haber ganado la Serie Mundial de 1981.
Valenzuela se convirtió en una sensación en 1981. Además de coronarse en el Clásico de Otoño, obtuvo los premios Cy Young y Novato del Año. Fue el primero en obtener ambos galardones en la misma temporada.
El manager Tom Lasorda lo nombró abridor del juego inaugural de la campaña, un día después de que Jerry Reuss se lastimó. El zurdo del estado de Sonora respondió con una victoria de 2-0 sobre Houston.
Comenzó la temporada con una foja de 8-0, incluyendo cinco blanqueadas y una efectividad de 0.50.
Lasorda vino conmigo y me dijo: ‘¿estás listo para pitchar mañana?’. Yo le dije: ‘estoy listo’”, recordó Valenzuela. “Eso era lo que yo buscaba, la oportunidad de mostrar lo que podía hacer”.
Su lanzamiento emblemático era el screwball, que su compañero Bobby Castillo le enseñó en 1979.
El astro mexicano atrajo a numerosos fanáticos latinos al Dodger Stadium.
Jaime Jarrín me ayudó mucho al comienzo de mi carrera para hablar con ustedes”, dijo Valenzuela, en referencia a la traducción que hacía el cronista.
