Al menos seis personas murieron y otras siete resultaron heridas al estrellarse este jueves un helicóptero Mi-8 con turistas en el territorio de Altái, en el sur de Siberia, informaron las autoridades rusas.
La aeronave se precipitó a tierra y se incendió tras chocar con cables eléctricos cuando se disponía a aterrizar en la localidad de Tiungur, según el Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia.
“Según datos preliminares, a bordo de helicóptero se encontraban 13 personas. Como resultado del accidente murieron seis personas y otras siete resultaron heridas”, señaló un portavoz de Emergencia citado por la agencia oficial TASS.
Sin embargo, de acuerdo con Rosaviatsia, la Agencia Federal de Aviación Civil, en el Mi-8, perteneciente a la compañía Altái Avia, viajaban un grupo 12 turistas y tres tripulantes.
El ministerio ruso de Situaciones de Emergencia indicó que el helicóptero civil Mi-8 tocó cables de electricidad cuando iba a aterrizar y luego se prendió fuego.
El Comité de Investigación de Rusia, encargado de investigar delitos graves, declaró que ha abierto una investigación penal sobre violaciones de la seguridad aérea, según el medio The Moscow Times.
Varios medios de comunicación rusos difundieron imágenes que muestran un artefacto en llamas y escombros en un terreno cubierto de hierba.
El Mi-8 es un helicóptero bimotor diseñado en la década de 1960. Se ha utilizado ampliamente en Rusia, donde los accidentes han sido frecuentes, en los países vecinos y en muchas otras naciones.
Los accidentes de aviones y helicópteros, muy utilizados en regiones remotas del país, suelen ocurrir a causa de las malas condiciones meteorológicas, errores de pilotaje o problemas técnicos.
