Dani Alves, quien alguna vez fue el futbolista más laureado del mundo y cuya carrera se desplomó por una violación, ahora da testimonio de fe e incluso predicó en una iglesia evangélica en España.
A finales de octubre, el brasileño dio una charla ante los jóvenes de la iglesia evangélica Elim, en Girona. Un video que circula en redes sociales muestra a Dani Alves, micrófono en mano, derrochando energía al hablar de Dios.
«Hay que tomar en serio las cosas de Dios y hay que tener fe, yo soy la prueba de eso. Lo que Dios promete, lo cumple. Yo hice un pacto con él. En medio de las turbulencias, en medio de la tempestad, siempre hay un mensajero de Dios. Y ese mensajero, en el peor momento de mi vida, me recogió, me llevó para la Iglesia para el camino y hoy yo estoy en el camino gracias a ellos», reseñó el diario El País.
La religión le marcó el sentido de la vida al futbolista, según dijo. Comparte reflexiones sobre Dios en su redes sociales, eso mientras goza de su primer bebé con la modelo Joana Sanz.
La conversión de Alves ha generado debate, toda vez que hace menos de tres años estaba en el ojo del huracán por la agresión sexual en una discoteca de Barcelona.
Luego del Mundial de Qatar 2022, Dani Alves viajó a España para acompañar a su esposa Joana Sanz, cuya madre estaba al borde de la muerte. La noche del 30 de diciembre, el entonces futbolista de los Pumas acudió al antro Sutton en Barcelona, en donde agredió sexualmente a una mujer de 23 años, como concluyó la investigación.
Dani reportó a inicios del 2023 con el cuadro auriazul, pero pidió un permiso para acudir al funeral de su suegra, celebrado el 16 de enero. Cuatro días después se presentó a declarar a la Fiscalía, sin imaginar que le dictarían prisión preventiva ante el riesgo de fuga y que comenzaría así el proceso por el que lo condenarían a cuatro años y medio de cárcel.
Durante el proceso, Alves cayó en múltiples contradicciones, desde la declaración de que ni siquiera conocía a la víctima a la aseveración de que fue un encuentro casual y hasta la afirmación de que hubo sexo consensuado.
La Fiscalía pedía 9 años de prisión por los hechos acontecidos la madrugada del 31 de diciembre. La mujer aceptó que entró con Alves al baño por propia voluntad, pero una vez ahí se rehusó a mantener relaciones sexuales.
La vida de Alves dio un vuelco. Los Pumas dieron por terminado el contrato y por eso el brasileño perdió cerca de 2 millones 100 mil dólares de salario. Perdió, también, entre 30 mil y 50 mil euros por derechos de imagen y publicidad. La prensa española informó que le congelaron sus cuentas en Brasil y España. Se calculó su fortuna en 55 millones de euros. Tres firmas deportivas le cancelaron el contrato.
Y así el jugador que ganó 43 títulos a lo largo de su carrera, solo superado por Lionel Messi, vio cómo todo se vino abajo.
El 20 de marzo de 2024, la audiencia de Barcelona le concedió libertad condicional a cambio de una fianza de un millón de euros (cerca de un millón 159 mil dólares). Tenía que comparecer semanalmente.
Después de 14 meses en prisión, Alves fue liberado el 25 de marzo de 2024.
«Se trata de justicia para ricos. Se transmite un sentimiento de impunidad. Vamos a interponer un recurso», dijo Ester García, abogada de la víctima.
Tres semanas después, un tribunal español rechazó la apelación de la víctima. Un año después, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló la condena y eso le permitió a Dani Alves salir de España.
A finales de marzo de este año, se anunció que él y su esposa Joana Sanz esperaban un hijo. Ahora ya son padres, una noticia que impacta en la vida del brasileño toda vez que ya no puede ver a sus dos hijos del primer matrimonio, quienes sufrieron bullying por el escándalo.







