El Servicios de Administración Tributaria (SAT), advirtió que guardar grandes sumas de efectivo en casa (práctica común por desconfianza bancaria) puede derivar en graves consecuencias fiscales si no se demuestra el origen de esos recursos.
Aunque guardar dinero en casa no es ilegal por sí mismo, sí puede representar una falta fiscal cuando posteriormente se realizan depósitos elevados en efectivo que no coinciden con los ingresos reportados por el contribuyente.
El SAT recordó que las instituciones financieras están obligadas a reportar depósitos en efectivo mayores a 15,000 pesos al mes, lo que permite identificar discrepancias entre los movimientos bancarios y las declaraciones anuales. En caso de detectar inconsistencias, el contribuyente puede ser sujeto de auditorías, requerimientos o sanciones.
La autoridad fiscal subrayó que el problema no es el efectivo en sí, sino la falta de trazabilidad. Si una persona no puede comprobar el origen del dinero —por ejemplo, mediante contratos, comprobantes de venta o recibos—, el SAT puede presumir que se trata de ingresos no declarados.
El organismo recomendó a la población utilizar vías bancarias para operaciones de mayor volumen y conservar documentación que respalde el origen de cualquier cantidad de dinero que eventualmente se deposite en una cuenta.







