La reciente intensificación de las redadas migratorias en Estados Unidos y el endurecimiento de las políticas impulsadas por la administración de Donald Trump han golpeado directamente la economía de comunidades indígenas en Oaxaca, especialmente a productores de mezcal y totopos.
Desde abril, productores del municipio de San Juan Mixtepec, en la región Mixteca, reportan una disminución significativa en sus ventas hacia Estados Unidos. El aumento en los costos de paquetería y la suspensión de fiestas y eventos sociales espacios donde tradicionalmente se consumía el mezcal han frenado la demanda. La comercialización que antes generaba ingresos en dólares se ha reducido drásticamente, obligando a los productores a buscar nuevos mercados locales con menores ganancias.
En la comunidad de Yuchio el Alto, perteneciente al municipio de Santiago Juxtlahuaca, las vendedoras de totopos también enfrentan una caída en sus ingresos. El encarecimiento del cruce fronterizo y la disminución de los pedidos desde California y otros estados han limitado la venta de sus productos, afectando a familias que combinan el trabajo agrícola con la producción artesanal.
El impacto económico se refleja en la disminución de las remesas enviadas a Oaxaca. De acuerdo con datos del Banco de México, el municipio de San Juan Mixtepec pasó de recibir 0.023588 millones de dólares entre octubre y diciembre de 2024 a cero ingresos reportados entre abril y junio de 2025. Esta tendencia negativa también se repite en otros municipios con alta población indígena y afromexicana.
Las políticas migratorias restrictivas y el temor a las redadas han frenado las celebraciones comunitarias en Estados Unidos, reduciendo la demanda de productos tradicionales y debilitando los lazos económicos entre las comunidades migrantes y sus pueblos de origen. Como consecuencia, cientos de familias oaxaqueñas que dependen del comercio artesanal y del envío de remesas enfrentan hoy una crisis silenciosa que amenaza su sustento.







