Durante la mañana de lunes, agentes fronterizos de Estados Unidos iniciaron la instalación de un cerco con puntas metálicas en el lado americano del río Bravo, frente a Ojinaga, Chihuahua, como parte de un operativo para inhibir el cruce irregular de personas hacia Texas.
De acuerdo con los primeros reportes, elementos de la Patrulla Fronteriza fueron vistos desplegando el nuevo cerco y patrullando la zona con uniformes de color verde, en lo que se perfila como un reforzamiento de las medidas de vigilancia en el sector fronterizo de Presidio–Ojinaga.
La estructura metálica fue colocada sobre una franja del margen estadounidense del río, y está compuesta por barreras con puntas afiladas, diseñadas para impedir el paso de migrantes que intentan cruzar por esa zona, la cual históricamente ha sido considerada de bajo riesgo de flujo migratorio en comparación con otros puntos del estado de Texas.
Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial por parte de las autoridades federales estadounidenses respecto al operativo ni sobre la extensión del cerco.
En el lado mexicano, no se reportaron incidentes ni presencia extraordinaria de corporaciones de seguridad, aunque habitantes de Ojinaga señalaron que la colocación del cerco fue visible desde la ribera del río.
INFORMACIÓN DE TIEMPO.COM.MX
