México.- Veracruz se ha consolidado como un «corredor estratégico» para el reclutamiento de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) por parte del crimen organizado, así como para la trata de personas, alertaron expertos.
El análisis «Infancia Cuenta en Veracruz», presentado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y el Centro de Estudios Sociales Antonio Montesinos (CAM), reveló la magnitud y los riesgos que enfrentan los menores de edad en la entidad, debido a su ubicación geográfica y la disputa de al menos 15 grupos criminales.
«La ubicación geográfica de Veracruz (en el Golfo de México) lo convierte en un corredor clave para el tráfico de drogas, armas y personas», subrayó.
La investigación, que contó con el apoyo de la Unión Europea, destacó que municipios como Minatitlán, Acayucan, Coatzacoalcos y Poza Rica son focos rojos de violencia y de reclutamiento forzado de adolescentes.
El diagnóstico de Redim y CAM subraya que entre 2015 y 2025 se registraron oficialmente 22 casos de «utilización por agrupaciones delictivas» y 32 víctimas de trata de personas menores de 18 años.
«Sin embargo, estas cifras son apenas un reflejo de una problemática mucho mayor, pues no existen registros oficiales específicos sobre reclutamiento, lo que limita las posibilidades de prevención y atención», denunciaron especialistas.
Los adolescentes son obligados a participar en sicariato, halconeo y transporte de drogas, a menudo tras ser privados de su libertad. Mientras que las niñas enfrentan un riesgo elevado de trata con fines de explotación sexual y trabajo forzado.
El informe detalla cómo factores estructurales como la pobreza, la desigualdad, la violencia familiar, la carencia de oportunidades educativas y la negligencia institucional incrementan la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes.
A este panorama se suma la creciente influencia de la «narco-cultura», que «romantiza» la criminalidad y promueve la construcción de masculinidades violentas, reforzando así las dinámicas de reclutamiento, señalaron Redim y CAM.
La normalización de la violencia en el entorno contribuye a que los menores de edad vean en estas actividades una salida, a pesar de los riesgos mortales.
El estudio critica las graves deficiencias en la respuesta de las autoridades. Señala la excesiva burocracia, la ausencia de un programa estatal específico para abordar la trata y el reclutamiento de menores, la falta de coordinación interinstitucional y una preocupante tendencia a criminalizar a las víctimas en lugar de protegerlas.
Estas limitaciones, señalaron, impiden garantizar justicia y protección integral a la infancia.
Ante la situación, REDIM y CAM lanzan un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para implementar acciones como: establecer un protocolo especial para la detección y atención de víctimas de reclutamiento y trata, así como reforzar la prevención escolar y comunitaria; capacitar al personal en la identificación de casos para evitar la revictimización de los NNA; crear un Programa Estatal contra estos delitos y asegurar la participación de niños y adolescentes en el diseño e implementación de las políticas públicas que les afectan directamente.







