jueves, septiembre 19, 2024

Los New York Knicks: ¿los mismos de siempre o un equipo que ilusiona en la NBA?

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Los New York Knicks son el hazmerreir de la NBA prácticamente desde que el dueño James Dolan asumió las riendas en la campaña 1998-99.

‘Prácticamente’, porque durante esa primera temporada, el conjunto neoyorquino disputó la Final contra los San Antonio Spurs. Aquel sería el primero de cinco anillos para Tim Duncan y compañía.

Luego de eso, vino el desastre. Los Knicks se convirtieron en una franquicia llena de contrastes.

Los más ricos según Forbes, pero los más decepcionantes sobre la duela, tomando en cuenta que han tenido siempre un sinnúmero de recursos disponibles. Entre ellos, jugar en lo que -para muchos- es la capital del mundo y la arena más popular: el Madison Square Garden, de New York.

Pero en este torneo 2020-21 estaba sucediendo algo interesante. Los Knicks ganaron cinco de sus primeros ocho juegos.

Por primera vez desde diciembre de 2017, registraban más de .500 en porcentaje de victorias y fueron una de las tres mejores defensas de la liga.

Igualmente, tuvieron su mejor inicio desde 2012-13, torneo en que por última vez vieron acción en postemporada.

No obstante, acumulan tres reveses consecutivos. ¿Será que volvieron los Knicks de siempre? ¿O es simplemente una mala racha?

Demos un breve repaso a la situación actual del equipo.

Los Knicks se miden este miércoles a sus vecinos de ciudad, los Brooklyn Nets, con récord de 5-6 y fuera de puestos de playoffs.

Según ESPN Datos, de las tres derrotas al hilo, dos de ellas son por más de 20 puntos (y número 160 en las últimas 20 temporadas). Su oponente más cercano en perder durante tantas ocasiones por más de esa cantidad de tantos son precisamente los Nets con 15 menos.

Los dirigidos por Tom Thibodeau, además, no han pasado de los 90 puntos en sus tres reveses, cosa que no sucedía desde marzo de 2016. ¿Qué sucedió?

Las tres derrotas consecutivas fueron contra los Charlotte Hornets, rival que ya los han vencido en los últimos cinco enfrentamientos. También los Denver Nuggets y el Oklahoma City Thunder.

Pero, en defensa de los Knicks, superaron a contendientes al título como los Milwaukee Bucks y a otros importantes conjuntos como Philadelphia 76ers, Indiana Pacers y Utah Jazz.

Por lo tanto, en una campaña atípica por el tema del COVID-19, donde usualmente el desfavorecido culmina ganando por diferencias extraorbitadas… No está nada mal.

Los Knicks siguen siendo una de las mejores defensas de la liga y es cuestión de volver a encontrar su acierto al aro.

Como dato curioso, a los Knicks le tomaron 25 partidos durante el pasado torneo llegar a las mismas victorias que suman hoy. No son los mismos Knicks.

La cultura que intenta crear Thibodeau

A mediados de 2020, los Knicks anunciaron la contratación de Tom Thibodeau como nuevo entrenador. Thibodeau venía de una irregular estadía con los Minnesota Timberwolves tras su destacado paso con los Chicago Bulls.

Contrario a lo que dicta su currículum, que es el coach que menos minutos da a los novatos en cancha, esta temporada ha logrado sacar un gran rendimiento del otrora base de Kentucky, Immanuel Quickley.

De Obi Toppin, octava selección del draft, habrá que esperar, pues sigue recuperándose de su lesión de pantorrilla.

Además, Thibodeau parece haber recuperado (o convencido) a sus pupilos del sistema defensivo ideal. Ese que lo llevó a adjudicarse con Chicago la mejor calificación defensiva de la NBA en cada una de sus primeras dos temporadas.

A Thibodeau lo trajeron a NY para desarrollar a un grupo joven encabezado principalmente por el ala pívot Julius Randle y el alero R.J. Barrett, con tal de atraer superestrellas en las próximas agencias libres. ¿Pero es verdaderamente necesario? ¿Acaso no es mejor apostar a este grupo? ¿Qué juegan duro y se identifican con la cultura?

Randle registra los mejores números de su carrera con 22.1 puntos, 11.2 rebotes y 6.9 asistencias. De hecho, tuvo al menos 10 tantos, 10 rebotes y más de cinco asistencias durante ocho partidos consecutivos esta campaña, empatando la marca previa del Salón de la Fama, Jerry Lucas.

¿Podrá Randle seguir con esos mismos números? Nunca lo hemos visto, pero tampoco hemos visto la forma en lo que están utilizando en cancha.

Barrett, por su lado, promedia 16 puntos, 7.6 rebotes y 3.5 asistencias en 37 minutos por cotejo. Si mejora su acierto en disparos decampo (36.5%), podría convertirse en esa estrella que vimos Duke.

Por otro lado, la adquisición de Austin Rivers ha sido también un acierto de la nueva gerencia liderada por Leon Rose.

Thibodeau te exige que tomes la decisión correcta con el balón y si no, que lo pases. De eso también se ha beneficiado el armador Elfrid Payton.

La realidad es que jugar en NY, la meca del básquetbol, no es para cualquiera. Así que este es el grupo con el cual deben intentar cumplir sus objetivos a corto plazo. ¿Qué cuáles son? Empecemos exigiendo que ganen juegos. Eso de terminar en el sótano de la liga debe quedarse en el pasado. Saber competir. Así los rivales van a empezar a respetar nuevamente dicha franquicia y, por consiguiente, se abrirán las puertas de ciertos agentes para ver nuevamente a NY como un destino ideal y que van en la dirección correcta.

Resulta irónico que la afición de NY, posiblemente la más fiel del deporte estadounidense, no pueda asistir al Garden cuando mejor su equipo juega. Pero cuando lo hagan, tendrán su mejor regalo: los Knicks compitiendo.

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