Los dos incendios más grandes que están devastando el área metropolitana de Los Ángeles crecieron ligeramente mientras los bomberos comenzaron el viernes a ganar algo de control sobre los fuegos que han causado la muerte de por lo menos 10 personas, arrasado vecindarios enteros y dejado en vilo a la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos.
Los funcionarios expresaron optimismo de que los fuertes vientos que habían estado avivando las llamas amainaron, lo que permitirá a los bomberos ganar un poco más de control sobre los incendios que han quemado un área más grande que la ciudad de San Francisco y destruido más de 10.000 hogares y otras estructuras desde el martes.
“Estos incendios no están extinguidos, aunque hoy vamos a hacer muchos avances”, señaló el viernes el gobernador de California, Gavin Newsom.
El área metropolitana de Los Ángeles y sus 13 millones de residentes, que no han visto caer lluvia en más de ocho meses, despertaron el viernes a otro día de fuertes vientos y la amenaza de nuevos fuegos. Pero se pronosticaba que los vientos disminuyeran por la noche y ya han disminuido respecto a los registrados a principios de la semana, cuando vientos huracanados hicieron volar las brasas que prendieron fuego a las laderas.
Sin embargo, el meteorólogo Rich Thompson advirtió que el respiro podría ser breve.
“Esperamos un pequeño respiro el viernes y el sábado de los vientos de Santa Ana, pero van a aumentar de nuevo el domingo y durante la mayor parte de la próxima semana”, comentó el jueves por la noche.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quien enfrenta una prueba crítica de su liderazgo mientras su ciudad atraviesa su mayor crisis en décadas, dijo el viernes que los bomberos habían contenido varios incendios más pequeños en las últimas 24 horas. Un incendio de matorrales en los suburbios al norte del centro de la ciudad provocó una nueva orden de evacuación más tarde el viernes, no lejos del sitio donde había otro incendio.
El nivel de devastación es impactante incluso en un estado que se ha acostumbrado a los incendios forestales masivos. Decenas de cuadras del pintoresco vecindario de Pacific Palisades fueron reducidas a escombros humeantes. En la vecina Malibú, hogares frente al mar junto a una estación de bomberos quedaron en ruinas.
Bridget Berg, quien vio su hogar en Altadena estallar en llamas en vivo por televisión mientras estaba en el trabajo, regresó con su familia “sólo para hacer que sea real”.
Buscaban entre los escombros carbonizados de la casa que compraron hace 16 años, encontrando cerámica y un trozo de madera petrificada heredada por la abuela de su esposo.
“No es como si sólo nosotros perdimos nuestra casa”, comentó. “Todos perdieron su casa».
De momento no se ha dado a conocer la causa de los incendios más grandes.
Un avión de extinción de incendios tuvo que aterrizar el jueves porque lo golpeó un dron operado por un civil, dijo el Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles. Nadie resultó herido. Es un delito federal volar un dron durante la extinción de incendios.
Por primera vez, los bomberos han logrado avances conteniendo el incendio Eaton al norte de Pasadena, informaron el viernes funcionarios. El fuego comenzó el martes por la noche y ha quemado más de 5.000 estructuras, un término que incluye hogares, edificios de apartamentos, negocios, dependencias y vehículos.
Al oeste, en Pacific Palisades, el fuego más grande de los que están activos en el área metropolitana de Los Ángeles ha arrasado más de 5.300 estructuras El incendio ya es el más destructivo en la historia de Los Ángeles.
Al menos cinco iglesias, una sinagoga, siete escuelas, dos bibliotecas, boutiques, bares, restaurantes, bancos y tiendas de comestibles se han perdido. La Casa Rancho Western de Will Rogers y el Motel Topanga Ranch, lugares emblemáticos de la ciudad que datan de la década de 1920, corrieron con la misma suerte.
Una mansión de estilo arquitectónico Reina Ana en Altadena que data de 1887 y fue encargada para el rico cartógrafo Andrew McNally se perdió en el incendio Eaton.
El gobierno no ha ofrecido aún datos acerca del costo de los daños. AccuWeather, una empresa privada que proporciona datos sobre el clima y su impacto, aumentó el jueves su estimación de los daños y pérdidas económicas a entre 135.000 y 150.000 millones de dólares.
La búsqueda de víctimas continúa
Las autoridades han establecido un centro para personas que buscan a seres queridos desaparecidos.
De las 10 muertes reportadas hasta ahora, la jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, confirmó que dos fueron en el incendio Palisades. Funcionarios del condado dijeron que el incendio Eaton había matado a cinco.
Dos de los fallecidos fueron Anthony Mitchell, un amputado de 67 años de edad, y su hijo, Justin, quien tenía parálisis cerebral. Estaban esperando que llegara una ambulancia y no lograron ponerse a salvo cuando las llamas avanzaron rápidamente, señaló la hija de Mitchell, Hajime White, al diario The Washington Post.
Shari Shaw dijo al canal de televisión KTLA que intentó hacer que su hermano de 66 años, Victor Shaw, evacuara el martes por la noche, pero él quería quedarse y combatir el incendio. Las cuadrillas encontraron su cuerpo con una manguera de jardín en la mano.
Evacuaciones, cierres de escuelas y arrestos
Aproximadamente 150.000 personas seguían bajo órdenes de evacuación y los incendios han arrasado una superficie que ronda los 145 kilómetros cuadrados (56 millas cuadradas), que es más grande que el tamaño de la ciudad de San Francisco.
Todas las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, el segundo más grande del país, volvieron a cerrar el viernes debido al denso humo que se cierne sobre la ciudad y la ceniza que cae en algunas zonas.
Elementos de la Guardia Nacional de California llegaron a las calles de Altadena antes del amanecer del viernes para ayudar a proteger las propiedades en la zona de evacuación por incendios y se impusieron toques de queda vespertinos en esas áreas para evitar saqueos, luego de que se realizaron varios arrestos.
Actores entre los que perdieron sus hogares
Muchas celebridades viven en las áreas que fueron arrasadas por las llamas. El actor Steve Guttenberg dijo que su casa en Pacific Palisades se salvó de milagro, pero encontró que el que fuera un vecindario alguna vez pintoresco había quedado carbonizado e irreconocible. Regresó para ayudar en los esfuerzos de ayuda.
“Realmente hay mucho dolor en este momento”, comentó. “Estoy haciendo todo lo que puedo para ayudar a aliviarlo”.