El fútbol turco enfrenta un nuevo escándalo luego de que la Federación Turca de Fútbol (TFF) anunciara la suspensión de 149 árbitros y asistentes por participar en apuestas ilegales, con penas que van de 8 a 12 meses.
El caso estalló el pasado lunes, cuando el presidente de la TFF, Ibrahim Haciosmanoglu, reveló que 371 de los 571 árbitros activos tenían cuentas vinculadas a plataformas de apuestas y que 152 de ellos apostaban habitualmente en competiciones nacionales, incluyendo encuentros de primera y segunda división. Uno de los árbitros llegó a registrar 18.227 apuestas.
Haciosmanoglu explicó que los nombres de los implicados se trasladarían a la comisión disciplinaria y que se aplicaría la normativa vigente. La iniciativa contó con el respaldo de los principales clubes del país, entre ellos Fenerbahçe, Galatasaray y Besiktas, que históricamente han cuestionado decisiones arbitrales.
Tras una investigación rápida del consejo de disciplina, la TFF confirmó este viernes las sanciones, que incluyen la suspensión temporal de casi todos los árbitros y asistentes investigados. Además, se decidió no repetir los encuentros dirigidos por los implicados.
El escándalo pone nuevamente en entredicho la transparencia del arbitraje en Turquía y genera preocupación sobre la integridad de las competiciones nacionales, mientras la federación busca restaurar la confianza de clubes y aficionados.







