Ciudad de México. En vísperas de una reunión clave en la Secretaría de Gobernación, el líder del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano, Yako Rodríguez, afirmó que el diálogo con el gobierno federal sólo será viable si existe voluntad política para replantear el modelo alimentario del país y atender las demandas de productores y transportistas.
Rodríguez sostuvo que el encuentro debe enfocarse en construir un acuerdo de corto plazo que siente las bases de un nuevo marco para el campo. “Necesitamos un modelo que garantice la sobrevivencia del sector, que dé valor real a nuestras cosechas y que permita alcanzar acuerdos de financiamiento”, declaró antes de ingresar al edificio de Bucareli.
Condición para el diálogo: “No vamos a permitir amenazas”
El dirigente advirtió que cualquier intento de presión o amedrentamiento romperá de inmediato la negociación. “Si esta reunión se da en buenos términos, podremos avanzar. Pero si vuelven a aparecer amenazas, tendríamos que abandonar la mesa. No lo vamos a permitir.”
Las organizaciones campesinas y de transporte mantienen movilizaciones en varios estados del país y han exigido que el gobierno federal atienda problemas de precios, inseguridad y abandono institucional.
Propuesta de intervención militar generó tensiones internas
Rodríguez confirmó que el Frente tiene conocimiento de que, durante una reunión de gabinete, se planteó la posibilidad de recurrir al Ejército para desactivar los bloqueos si no se lograban resultados inmediatos. La propuesta habría sido impulsada por el secretario García Harfuch, aunque detenida por otros funcionarios.
“Supimos que hubo una sugerencia para intervenir con el Ejército, despejar y desintegrar los movimientos. Otro grupo de funcionarios se opuso y eso fue lo que prevaleció, tanto para Harfuch como para la presidenta”, explicó.
Para el líder campesino, un operativo militar sería contraproducente. “Una intervención así solo echaría más fuego a la pradera. Hoy estamos aquí intentando reconstruir un diálogo verdadero.”
El Frente Nacional para el Rescate del Campo ha articulado bloqueos intermitentes en aduanas, carreteras y puntos estratégicos para presionar al gobierno federal a replantear la política alimentaria y de seguridad en zonas rurales.
Rodríguez reiteró que el sector está dispuesto a negociar, pero advirtió que la paciencia social está cerca del límite. “Lo que se decida hoy puede marcar el rumbo del conflicto. El campo no puede esperar más.”







